La Junta prevé mantener aforos, hacer cierres por barrios y ampliar horarios
Tras el 9 de mayo desaparece el toque de queda y se abrirá la comunidad Preocupan las reuniones privadas en las casas, que no podrán limitarse
A. R. V. / S. B. / J. J. B.
El próximo domingo 9 de mayo decae el estado de alarma y con él, la protección legal para algunas restricciones de derechos fundamentales dirigidas a frenar la transmisión del Covid. Sin «plan B» del Gobierno central, la Junta de Andalucía está ultimando con los servicios jurídicos autonómicos su propio plan de «transición a la normalidad» para controlar la curva de contagios, limitando el riesgo de que los tribunales tumben sus medidas. Según avanzaron a ABC fuentes autonómicas, su hoja de ruta incluye mantener las limitaciones de aforo en eventos y establecimientos públicos (topes en las mesas de bares y restaurantes), ampliar los horarios en la hostelería y el comercio, y aplicar cierres lo más ajustados posibles en las zonas donde la situación epidémica esté más descontrolada. Es lo que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, denomina «cirugía de precisión». La Junta prevé imponer confinamientos por barrios o distritos en las grandes ciudades y, a lo sumo, en municipios, siempre que cuente con la autorización del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía o la casación posterior del Tribunal Supremo. Hasta ahora, las localidades con una tasa de incidencia superior a 500 casos por cada 100.000 habitantes quedaban confinadas perimetralmente, y si se superaba el umbral de los 1.000 casos la actividad no esencial también quedaba suspendida. A partir del 9 de mayo, el Gobierno andaluz tendrá que renunciar a las res
Ahora resulta que Sanidad no había previsto el problema que representa la presencia en nuestra sociedad de cientos de miles de inmigrantes en situación administrativa irregular y, en consecuencia, ahí andan, esas criaturas, sin vacunas porque no tienen papeles que los amparen. Un error de bulto, por supuesto, ya que esos tricciones más extremas. Desaparecerá el actual toque de queda a las 23.00 horas y se levanta la prohibición de entrar y salir de la comunidad autónoma, medidas que sólo se pueden mantener bajo el estado de alarma, al igual que el cierre de las provincias.
Salvo que el Gobierno central ofrezno inmunizados constituyen, por su capacidad de contagio, no sólo una población en riesgo, sino una grave amenaza para todos. Un fiasco más de la gestión estatal de la pandemia, primero con un ministro que no se enteraba de qué iba el problema, y luego de una sucesora tan escasa de ciencia como sobrada de optimismo. Menos mal que, de creer en un sabio experto en plagas que escribió en tiempos de nuestro Barroco, contra las pestes luchan los médicos pero sólo Dios nos libra de ellas. ca algún otro sustento legal alternativo a las comunidades autónomas –descartado por ahora–, la Junta de Andalucía tampoco podrá restringir la libertad de manifestación y actividades de culto como misas, entierros, bodas, bautizos y comuniones. El plan de transición autonómico prevé continuar