El ¿penúltimo? ocaso de Tívoli
Los problemas legales ponen en jaque la apertura en verano del emblemático parque de atracciones
J.J. MADUEÑO
El último informe del administrador concursal entregado en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Málaga dice que el parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena sacó lo necesario para pagar el gasto corriente en los meses que estuvo abierto el año pasado. Este documento señala, según los sindicatos, que la empresa sería rentable si se vuelve a abrir este mes de junio. Sin embargo, a este emblema turístico de la Costa del Sol lo azota una tormenta perfecta que lo pone en peligro. Aunque las cuentas salgan, su apertura es difícil, justo un año antes de que se cumplan 50 años de su inauguración.
El casi centenar de trabajadores del Tívoli se ha manifestado esta semana para exigir una apertura este verano, sabedores de que se juegan el despido. Campaña en la que ha entrado el Ayuntamiento, que ha llegado a anunciar una recalificación del suelo para evitar otro uso del mismo y despejar proyectos inmobiliarios o comerciales. Al trapo también entró ayer Susana Díaz, en plena campaña con Juan Espadas por el PSOE andaluz y perdiendo apoyos en la Costa del Sol. Díaz anunció que llevará la situación al Parlamento andaluz como guiño al alcalde socialista de Benalmádena.
Aun así, la situación es muy complicada, como reconoce Lola Villalba, representante de Comisiones Obreras. Por un lado, está vigente el pleito por la propiedad, pese a las sentencias que dan la titularidad del parque a Tremón, hay recursos por resolver, que Rafael Gómez «Sandokán» aprovecha para explotar las instalaciones y hacer caja cada verano. El parque está en concurso de acreedores por una deuda de 7.000 euros. «Rafael Gómez ya los ha depositado y ha interpuesto un recurso para poder abrir este verano. Está frito por ponerlo en marcha, porque el parque da dinero», afirma Villalba.
Esa no es la única complicación, puesto que el parque debe pasar a manos de Tremón, que debería asumir la deuda total de la sociedad, que es de 11,5 millones. Son pagos en su mayoría a Hacienda y a la Seguridad Social. «El gestor del parque, que hasta ahora ha sido Rafael Gómez, no ha pagado y esas deudas las debe asumir la empresa que se quede con la propiedad», señala Villalba, quien lamenta la situación de indefensión de los empleados y el mal contexto financiero de Tremón, que sería la propietaria según las sentencias judiciales sobre la titularidad dictadas hasta el momento.
Declaración de insolvencia
El Grupo Inmobiliario Tremón solicitó en 2008 al Juzgado Mercantil 2 de Madrid la declaración de insolvencia con un pasivo exigible de 935 millones de euros. En 2012 logró firmar un convenio de acreedores, que aún no ha comenzado a cumplirse. En marzo se filtró que el convenio incluye una quita del 99%. Situación financiera complicada para afrontar la apertura de un parque de atracciones con una deuda de 11,5 millones, como tasan los sindicatos, que añaden los gastos de explotación.
Si esta empresa se hace cargo del parque, tendría que asumir con su precaria situación la contratación de los seguros de responsabilidad civil, necesarios para cubrir cualquier tipo de accidente en las atracciones, y los sueldos del centenar de trabajadores. «Tal como está la situación, a los trabajadores nos interesa que el juzgado autorice a Rafael Gómez a abrir», señala Lola Villalba, quien asegura que su esperanza es que «siempre es más complicado cerrar algo que está abierto, que una empresa que no tiene actividad».
En este punto, el Ayuntamiento se ofrece para buscar inversores que puedan sustentar el parque. Este ofrecimiento lo hace extensible a la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga, a quien pide que colaboren en buscar soluciones. Al mismo tiempo anuncia una protección de suelo que puede llevar años conseguirla. Se trata de evitar una reconversión del lugar, dados los movimientos especulativos que se vienen produciendo hace años.
Comisiones Obreras explica que hay un inversor francés que quiere el Tívoli World. Está interesado en comprar el parque, que por el momento no se le puede vender. La transacción estaría bloqueada. Primero porque no está decidida la titularidad de Tívoli World, pues pese a las sentencias a favor de Tremón hay impuestos recursos que se deben decidir. «Además, Tremón tiene otros planes», explica Villalba, quien reseña que el grupo inmobiliario tendría planteado en la zona la construcción de un parque comercial. Esa idea entraría en confrontación con el traspaso al inversor francés.
Lío en la propiedad Rafael Gómez «Sandokán» sigue gestionando el parque, pero la titularidad es del grupo Tremón