La expansión global del coronavirus
El Gobierno británico retiró ayer a las islas Canarias de la lista de destinos a los que hasta ahora desaconsejaba viajar a sus ciudadanos, si no era por motivos esenciales.
Al menos 26 marineros de cinco barcos atracados en los puertos de Valencia, Bilbao y Vigo han dado positivo, algunos de la cepa india, por lo que sus tripulaciones están en cuarentena. En Vigo un marinero ingresó ayer grave en la UCI enfermo de Covid.
El Reino Unido saca a Canarias de la lista roja
Cinco barcos en cuarentena tras detectarse la variante india
Las atracciones chinas se han convertido en un hervidero de personas. Una masa de gente, por ejemplo, ha tomado la Gran Muralla hasta el punto de que en varios tramos se han producido atascos. La sección de Badaling, una de las más populares, advertía apenas tres horas después de abrir sus puertas que las reservas hasta el lunes ya rozaban las 50.000, cota máxima de ocupación de acuerdo a la legislación vigente.
Uno de los destinos más populares ha sido Wuhan, la ciudad que en enero del año pasado se hizo famosa como el origen de la pandemia y ahora es conocida popularmente en el país como «la más segura del mundo». La Torre de la Grulla Amarilla, su principal reclamo, lucía interminables colas ayer lunes. Sus visitantes, muchos de ellos sin mascarilla, han rebasado los 40.000 y los responsables del lugar han anunciado que podrían cerrar el acceso al público.
Mercado de Huanan
El virus y sus lugares, no obstante, también empiezan a formar parte del canon turístico. Un grupo de estudiantes extranjeros procedentes de Cantón posaban delante de las grandes vallas azules que desde hace meses cercan el mercado de Huanan, foco original del patógeno. El interior del recinto, visitado en enero por los investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), permanece inaccesible al público desde que se detectaran los primeros casos. Muchos de los locales colindantes también han echado el cierre. La vigilancia en la zona es estricta. «Hemos pensado en venir porque con todo lo que ha pasado es uno de los sitios más importantes del mundo», explicaba entre foto y foto uno de los jóvenes.
El regreso de las aglomeraciones responde a la eficaz gestión de la pandemia por parte de las autoridades chinas. Su protocolo, basado en cierre de fronteras, cuarentenas obligatorias, rastreo por medio de ‘big data’ y testeos masivos, ha permitido cortar de raíz todo rebrote con infecciones mínimas. A día de hoy, las cifras oficiales tan solo reflejan 103.000 casos en total. La realidad quizá haya sido más onerosa, pero la situación en las calles resulta inequívoca: el coronavirus es poco más que un mal recuerdo. China prosigue, asimismo, con su programa de vacunación. El domingo alcanzó los 275.000 millones de dosis administradas. El objetivo es inmunizar a un 40% de la población, 560 millones de personas, antes de julio. El plan se lleva a cabo sin la urgencia que apremia a otros países.