Tras las huellas de la antigua Vía Augusta en Sevilla
La provincia atesora un rico patrimonio romano como testimonio de la importancia de Híspalis, con notables vestigios en torno a sus antiguas vías de comunicación
Para acercarnos y entender la vida, cultura y tradiciones que regían el día a día de los habitantes de Itálica e Híspalis, es imprescindible conocer las distintas vías romanas que ellos recorrieron y deleitarse con los vestigios que han llegado hasta nuestros días. Una de ellas es la conocida como Vía Augusta, que transcurre por doce municipios de la provincia de Sevilla. Se trata de la calzada romana más larga, con una extensión de 1.500 kilómetros. Su trazado marca el rumbo de una interesante ruta para hacer en familia o con los amigos esta primavera.
El camino comienza en el Aljarafe. En concreto, en San Juan de Aznalfarache. Otrora llamado Osset Iulia Constantia, esta localidad atesora importantes restos arqueológicos, que pueden visitarse en el Centro de Interpretación del Patrimonio Arqueológico (plaza Dr. Cariñanos) y en la Sala de los Aljibes (plaza Otto Engelhardt). Se trata de vestigios que están datados entre los siglos I a. C. y III d. C.
Desde aquí, continúa el itinerario hacia otras latitudes de la provincia llenas de historia, como Alcalá de Guadaíra y los municipios de Utrera o la antigua ciudad de Martia (Marchena). En esta última, gracias a obras de mejora en la red de aguas, afloró parte de un asentamiento romano. Así, salieron a la luz unos muros de sillarejo trabados con argamasa de alta calidad, pavimentos de tierra batida, otros de mortero de cal e, incluso, un mosaico bastante fragmentado.
De Marchena se pasa a las calles de La Puebla de Cazalla, donde el visitante se debe empapar de la cultura que inunda este pueblo. La siguiente parada es El Saucejo, con vestigios fundamentalmente agrícolas, hasta llegar a la gran Urso (Osuna), que adquirió un importante papel en la II Guerra Civil entre Pompeyo Magno y Julio César (49-45 a.C.). En su extensa colección de vestigios, destacan la necrópolis tardorromana y el teatro romano. En cuanto a las canteras de la antigua Urso, se sitúan en el llamado Coto de las Canteras, del que se dice que es ‘la Petra de Andalucía’.
La siguiente parada se localiza en Gilena, municipio muy prolífico con 36 yacimientos romanos. El final de recorrido está protagonizado por las antaño conocidas como Ostippo (Estepa) y Ventippo (Casariche), resaltando de esta última su cantera romana. Todas estas localidades han sido profundamente marcadas por siglos de historia. Su visita permite además disfrutar de sus paisajes naturales y de su gastronomía local.