Nombres detrás de las vacunas
Palmete, el cargamento de Pfizer destinado a las provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz y Córdoba. Cada almacén de Bidafarma tiene capacidad para entre 300.000 y 400.000 dosis, aunque se va a doblar en previsión de que Andalucía comience a recibir mayor número de vacunas.
Los viales de Pfizer vienen de fábrica en cajas herméticas preparadas con hielo seco para garantizar su conservación a -80 grados (el rango de conservación es entre -60 y -90 grados). «Es la vacuna más compleja de mantener. La de Moderna viene a -20 grados, y AstraZeneca y Janssen se mantienen a la temperatura del resto de los fármacos termolábiles, entre 2 y 8 grados», explica Macarena Gómez, directora de Farmacéutica y de Calidad de Bidafarma.
Comité de recepción
«Tenemos tres minutos para manipular la vacuna de Pfizer, que llega a -80 grados. Al principio nos poníamos un poco nerviosos, ya no»
«La mayoría de las vacunas que recibimos salen para ser dispensadas en el mismo día. Desde luego, todas se inyectan en un plazo de 48 horas»
Las vacunas son recibidas por un particular comité: un inspector de seguridad de la Consejería de Salud, que supervisa y da fe de la operación; dos agentes de Seguridad Exterior del Gobierno, porque las vacunas llegan directamente del extranjero (las otras marcas pasan por Madrid, donde el Ministerio verifica el contenido); y directores técnicos de cada distrito sanitario que va a recibir las vacunas, además de guardias de seguridad. Allí se supervisa el cargamento, se levanta acta y se proce
«En el estadio de Cartuja citamos a 3.000 personas al día, pero tenemos el dispositivo para doblar esa cifra cuando lleguen más vacunas a Andalucía»