Espadas se mantendrá como alcalde de Sevilla aunque sea elegido candidato a la Junta
Su intención es mantenerse como alcalde hasta las elecciones andaluzas
El ejemplo de Juan Ignacio Zoido, que fue alcalde de Sevilla y presidente del PP de Andalucía de manera simultánea, guía a Juan Espadas para su asalto a la candidatura del PSOE a la Junta. Las circunstancias se parecen poco porque Zoido llegó a la cúpula del partido contra su voluntad y Espadas está encantado de ser el elegido por Ferraz para liderar a los socialistas andaluces en las próximas elecciones autonómicas. Pero el antecedente existe y el alcalde está dispuesto a usarlo como coartada para llevar a cabo su plan, que consiste en mantener la Alcaldía, incluso si es elegido candidato, hasta que se convoquen esos comicios, que están previstos para finales del próximo año, aunque nunca es descartable un adelanto. En todo caso, la idea de Espadas es compatibilizar ambos cargos si gana las primarias hasta que se ponga en marcha el proceso electoral en Andalucía. Si las pierde, seguirá como alcalde hasta el final de su mandato, que expira en mayo de 2023, y luego se marchará. En ningún caso repetirá como candidato a las municipales pase lo que pase en su pugna con Susana Díaz.
Esto plantea varios escenarios. Si el presidente de la Junta, Juanma Moreno, no adelanta las elecciones, Espadas conservará el mando en el Ayuntamiento, lo que suscitará numerosos conflictos durante el próximo año y medio. Y tampoco tendrá que preocuparse por su sucesión en Sevilla porque apenas quedarán cinco meses para los comicios locales y el PSOE ya tendrá un candidato a la Alcaldía. El mejor colocado en estos momentos es Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Esto libera a Espadas de un problema interno en el Ayuntamiento, ya que la número dos de su lista es Sonia Gaya, susanista acérrima. Pero si se produce un adelanto electoral a lo largo de este año, tendrá que afrontar su relevo forzando a Gaya a renunciar para que el alcalde sea el número tres, Antonio Muñoz, que es de su confianza.
En el entorno de Espadas entienden que si él gana las primarias no tendrá ningún problema en decidir quién le sustituirá como alcalde hasta 2023, pero tampoco descartan que Susana quiera jugar esa carta y Gaya se quede con la vara de mando de la ciudad. Pero hay otra opción que maneja Ferraz: compatibilizar la candidatura del PSOE a la Junta con la Alcaldía de Sevilla puede ser perjudicial para los intereses del partido, ya que en muchas provincias el electorado lo verá como un candidato centralista favorable a los intereses de la capital, un asunto en el que el PSOE siempre ha andado con muchos miramientos. La queja histórica, sobre todo en la zona oriental de Andalucía, de que Susana Díaz representa a los sevillanos pero no a los andaluces de otros puntos geográficos se acrecentaría si su sustituto conserva su puesto como alcalde de Sevilla.
Esta cuestión preocupa a los sanchistas también en la dirección contraria. Los sevillanos acusarán al alcalde de estar más pendiente de sus intereses electorales en Andalucía y el candidato del PP a la Alcaldía tendrá el terreno llano para hacer su campaña. Pero Espadas lo tiene claro. Si Zoido lo hizo, él también lo hará. Lo que pasa es que el alcalde popular siempre expresó públicamente su oposición a compaginar ambos cargos y se centró en la ciudad, lo que le reportó críticas internas en su partido por desatender sus responsabilidades orgánicas. Y Espadas, en cambio, es quien está proponiéndose para liderar la lista socialista en Andalucía.
Se postuló
Él fue quien dio pie al debate sobre el cambio de liderazgo del PSOE andaluz cuando un foro en Madrid en enero del año pasado. «Estoy para lo que mis compañeros decidan», anunció desde el atril después de reclamar un «proyecto ganador» para «recuperar el gobierno» en Andalucía. Desde entonces, sus guiños a Ferraz han sido constantes, pero los sanchistas no lo veían claro y tentaron a María Jesús Montero y a Carmen Calvo antes de decantarse por él. Esto ocurrió el pasado 5 de marzo. El secretario de organización del PSOE nacional, José Luis Ábalos, lo citó en la sede del partido aprovechando un viaje del alcalde a Madrid para tratar asuntos de infraestructuras para la ciudad. Allí la cúpula socialista le explicó que se había llevado a cabo un proceso de consultas entre importantes militantes andaluces y que el nombre que más veces había sido puesto encima de la mesa para suceder a Susana Díaz era el suyo. Espadas se dejó querer, aunque con condiciones. Pidió comprobar si había red proponiendo el adelanto de primarias para la candidatura a la Junta, lo que le permitiría testar cuántas agrupaciones estaban de su lado. Pedro Sánchez se incorporó a aque