Hazard, en el mercado
Hartos ya de estar hartos de Hazard. En el Real Madrid están hartos de la falta de profesionalidad demostrada en los dos veranos vividos con el belga en nómina, con un exceso de peso que hace dos años fue escandaloso, ocho kilos de más en el momento de su llegada al club, una irresponsabilidad que el propio Eden, como le llaman, reconoció con una sinceridad que merecía una gran multa, pues el futbolista admitía que en el verano se dejaba ir y comía sin control. Y lo decía con una sonrisa el mismo año que debutaba vestido de blanco y que debería haber sentido el respeto institucional de tener que rendir en un club que ha pagado 150 millones por él. Porque no han sido 100 millones, no. Eran «100 millones más unos bonus que aumentan la cifra a los 150 millones». Quien lo decía era un hombre del club que ya estaba decepcionado con él hace demasiado tiempo. Hartos de un Eden que vive en un Edén. Hartos de un jugador que nunca ha entendido lo que significa militar en una entidad mundial como el Real Madrid, donde todo se mira con lupa y se convierte en noticia planetaria.
Las carcajadas en Stamford Bridge junto a Zouma y Mendy, pese a pedir ayer disculpas por ello, han colmado el hastío del madridismo y del Real Madrid. Antes de esta eliminatoria ya estaba puesto en el mercado si llegaba una oferta. Ahora es transferible a todas luces. Si se queda será porque desea seguir aquí.
«Si esto sucede con Mourinho, te puedes imaginar lo que estaría pasando», señalaba ayer un profesional del Real Madrid al valorar esas risas injustificables al hacer un partido lamentable y perder una semifinal de Champions. «¿Se imagina este asunto de Hazard con público en las gradas y el recibimiento del domingo frente al Sevilla? Sería insoportable», argumentaba otro hombre de la empresa. Esta crisis será abordada en el verano. Es pronto para decidir, pero si un club ofrece cerca de 50 millones por el belga, será traspasado. Ha estado dos años sin aportar nada. Si Hazard se niega a marcharse, el club le dará una tercera oportunidad, una tercera campaña, especialmente porque Zidane fue su valedor y querrá que el delantero demuestre en España su calidad. Tiene contrato hasta 2024 y supone 26 millones anuales brutos. Pero la cúpula del club opina que hay que venderlo si hay una propuesta, porque hay un fin superior por pagar: Mbappé.