Salvador ya valora la posibilidad de dejar de ser alcalde de Granada
Hablará el fin de semana con Arrimadas para estudiar un cambio hacia «otra fase»
El aclalde de Granada, Luis Salvador, empieza a valorar otros escenarios en los que «no se ve como alcalde». El enroque del edil granadino para seguir al frente de la Alcaldía con un solo concejal empieza a debilitarse. Tal y como ha avanzado este mismo jueves «todas las posibilidades están abiertas» y que, de no volver a sus cargos de gobierno los concejales del PP, una posibilidad del todo descartada por los populares, «supondría seguramente hacer que otras personas fueran alcaldes».
Así las cosas, Salvador sigue dejando caer su posible dimisión, que no se discute ya si sucederá, sino cuando. El propio alcalde ha apuntado que este mismo fin de semana hablará con la dirección nacional de su partido, para dejar el asunto en manos de la la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, la única que sigue apoyando que se mantenga en la Alcaldía de Granada como única opción, para valorar el paso a «otra fase».
«Si tenemos que buscar otras fórmulas, siempre favoreceré lo que sea lo mejor para los granadinos. Pido a los demás la misma sensatez», apuntaba el regidor de Ciudadanos, para después apostillar que «es el realismo de la situación».
A pesar de ello, el alcalde de la capital granadina sigue intentando dar una imagen de tranquilidad institucional difícil de asimilar cuando la oposición en bloque le pide que abandone su cargo. Sobre esa conversación con Inés Arridas en los próximos días, anticipa de hecho que se realizará «sin ninguna urgencia pero sin ninguna pausa», siempre con el objetivo de «garantizar la gobernabilidad».
El ultimátum de 72 horas lanzado por el PSOE este miércoles para una moción de censura si la dimisión no se producía parece no obstante no inmutar en las filas de Ciudadanos. Si el vicepresidente de la Juan Marín se mostró a las pocas horas bastante escéptico sobre la capacidad de los socialistas de reunir los 14 votos necesarios e incluso devolvió el órdago apelándoles a que lo hicieran «mañana» mismo, Salvador la consideraba como una propuesta «poco seria». «Una moción de censura no es una buena solución. Saldría tocada directamente por utilizar tránsfugas y dejaría una sombra de sospecha. Entiendo que es una propuesta encima de la mesa, pero el acuerdo que tiene que dar lugar a que el pleno se estabilice debería ser un acuerdo político», dijo el alcalde.
La misma calma que contra todo pronóstico parece demostrar Salvador ante la crisis política existente en el consistorio granadino, la reclama para Cuenca en su tentativa de llevar a cabo la moción. «Les pido la menor urgencia posible y la máxima tranquilidad posible» para encontrar una solución entre todos «que favorezca que todo salga bien y hacer las cosas de manera sensata» señalaba finalmente el alcalde.
Los populares por su parte siguen en sus trece e insisten en que no volverán al gobierno local de seguir Salvador. El secretario general del PP en Granada Jorge Saavedra quiso dejar claro este jueves que su «hoja de ruta no se mueve ni un milímetro” al respecto.
En cuanto a la posibilidad de aceptar una negociación con el PSOE para una moción de censura, Saavedra fue tajante y tachó de «ridícula» la propuesta. «En ningún caso vamos a firmar» señalaba.
Si el exalcalde socialista de Granada Paco Cuenca quiere reunir las 14 firmas para ello, además de consolidar el apoyo de Unidas Podemos, deberá buscar el último voto que le falta en Lucía Garrido, la exconcejala de Cultura de Ciudadanos, la única que aún no se ha pronunciado sobre su posible apoyo. Desde el Grupo municipal Popular mientras tanto inciden en que son los «14 concejales del espectro del centro derecha» quienes «tienen toda la legitimidad para gobernar la ciudad» y que, aunque «no tienen miedo» a un posible adelanto electoral como propone Vox, tal y como ya adelantó este periódico, no consideran que «sea la fórmula adecuada».
El PP insiste en que su decisión es firme y no volverá al Gobierno local mientras el regidor no abandone la Alcaldía