Rumbo a Júpiter: empieza un viaje de ocho años en busca de un mundo habitable
▶ Los objetivos de la misión europea Juice son las lunas Calisto, Ganímedes y Europa
Ayer fue el primer día de un viaje que durará ocho años y cuyo fin es conocer si Ganímedes, Calisto y Europa, las tres grandes lunas heladas de Júpiter guardan un corazón líquido con tanta agua que minimizarían nuestros grandes océanos. Tras un retraso de un día debido al mal tiempo, la misión Juice (acrónimo de Jupiter Icy Moons Explorer o Explorador de las lunas heladas de Júpiter) despegó ayer con éxito gracias al empuje del cohete –también europeo– Ariane 5 desde las instalaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Kourou, en la Guayana Francesa.
«Es una de las naves espaciales más complejas jamás enviadas hacia el Sistema Solar externo», subrayó en la rueda de prensa posterior al lanzamiento el director general de la ESA Josef Aschbacher. «Debemos estar orgullosos de todo el trabajo».
Hasta el momento, se han descubierto 93 satélites orbitando alrededor de Júpiter. Tiene tantas lunas que está considerado como un minisistema solar. El objetivo principal de Juice no es encontrar directamente la vida, sino mundos propicios para su aparición.
Aunque Júpiter, planeta gaseoso, es inhabitable, sus lunas Europa, Ganímedes y Calisto son candidatas ideales: bajo su superficie de hielo, los científicos han encontrado pruebas de océanos de agua líquida, el elemento que hace posible la vida (al menos, como la conocemos).
Agua bajo el hielo
Aún así, son muy distintas entre ellas. Calisto, el segundo satélite más grande de Júpiter, es como una pelota de golf: es el cuerpo con más cráteres del Sistema Solar, lo que indica su antigüedad. Por su parte, Europa es una de las lunas más activas y prometedoras para albergar vida: recientes estudios han señalado que bajo el hielo puede haber bolsas de agua líquida. De hecho, es tan atractiva que Europa tendrá su propia misión europea, Clipper, programada para el año que viene.
Pero el objetivo principal de Juice será Ganímedes. Los científicos creen que bajo su helada coraza se esconde un océano de agua líquida que la envuelve por completo, si bien se desconocen su composición y su profundidad exactas. Además, es la única luna capaz de generar su propio campo magnético, una pequeña ‘burbuja’ magnética dentro de la enorme magnetosfera de Júpiter. Habrá que esperar a principios de la próxima década para averiguar más acerca de estos exóticos mundos.