Los andaluces agotan el nuevo fármaco para dejar de fumar
▶La elevada demanda provoca desabastecimientos puntuales de ‘Todacitan’ en las farmacias ▶Dispensados en Andalucía 2.185 envases durante el primer mes de cobertura por la Sanidad pública
El nuevo tratamiento para dejar el tabaco que financia el sistema sanitario público está causando furor entre los fumadores andaluces. La demanda está siendo tal que, según ha reconocido la Consejería de Salud a ABC, se están produciendo momentos intermitentes de desabastecimiento en las farmacias andaluzas debido a la alta demanda, si bien las reposiciones se producen de forma rápida. Se trata de ‘Todacitan’, el tratamiento farmacológico más corto para dejar atrás la adicción al tabaco y con muy buenos resultados que desde el pasado mes de febrero es el único que financia en su totalidad la Sanidad pública con receta médica.
Según los datos facilitados a este diario por la Consejería de Salud, durante el primer mes de cobertura de este medicamento por el sistema sanitario público, se han dispensado en las farmacias andaluzas 2.185 envases. Aunque ‘Todacitan’ está disponible en España desde 2021, era el paciente el que debía pagarlo. El coste del tratamiento ronda los 200 euros. Ahora lo financia en su totalidad la Sanidad pública.
El principio activo del ‘Todacitan’ es la citisina, un alcaloide vegetal cuya estructura química es similar a la de la nicotina, por lo que su acción es parecida. La citisina reduce los síntomas del síndrome de abstinencia y la ansiedad causados por la dependencia de la nicotina. Otra ventaja de ‘Todacitan’ es la duración del tratamiento: sólo 25 días frente a otros de mayor duración como ‘Champix’ y ‘Zynbtabac’, suspendidos temporalmente por Sanidad.
‘Todacitan’ está indicado en adultos para el tratamiento de la dependencia tabáquica y la reducción de la ansiedad de la dependencia a la nicotina en fumadores que estén dispuestos a dejar este hábito. Para su prescripción, los pacientes deben estar incluidos en un programa de apoyo (individual y/o grupal) de deshabituación tabáquica.
Además, los pacientes deben tener motivación expresa de dejar de fumar que se pueda constatar con un intento de dejar de fumar en el último año y deben fumar 10 o más cigarrillos al día, así como tener un alto nivel de dependencia. El sistema sanitario público financiará un intento anual por paciente para dejar de fumar con apoyo farmacológico.
José Luis Jiménez es médico de familia en un centro de Atención Primaria de Sevilla. Según explicó a ABC, la demanda de este tratamiento entre los pacientes que acuden a su consulta está siendo alta. «Hace poco que se ha incluido como alternativa financiada para dejar de fumar y los pacientes se han animado a solicitarlo. Parece que está funcionando bien. No he notado ningún sesgo por edad y he atendido a hombres y mujeres por igual».
Este facultativo destaca que la mentalización es determinante para que resulte un éxito: «Es muy importante que el paciente esté mentalizado para dejar de fumar. Lo ideal es que los días previos vaya reduciendo el consumo de tabaco. Si fuma 20 cigarrillos al día debe fumar menos porque no todos son realmente esenciales para el fumador. Hay algunos que se los pide el cuerpo y otros son más por hábito. Hay por tanto que empezar una reducción inicial y ya dejarlo al quinto día de comenzar el tratamiento porque es cuando los niveles del fármaco están más altos en sangre», indica.
Según explica, esto es así porque el fármaco se introducen los receptores de nicotina, los bloquea y se produce una estimulación más leve que la nicotina, por lo que ni siquiera da ansiedad ni engancha.
«El mismo paciente lo va a notar. El tratamiento le va provocando una aversión y ni siquiera el cuerpo le pedirá ya fumar como al principio», agrega.
Otra ventaja: la posología de sólo 25 días. «Tengo pacientes en seguimiento con los que ha funcionado y no han hecho falta pautas más largas. Lo ideal, eso sí, es que después haya un seguimiento y una motivación para que el paciente no se confíe