¿Podría el sector primario gobernar España?
«¿Serían capaces los agricultores y ganaderos de organizarse para presentar un frente común y canalizar las protestas?»
Hace un par de semanas saltaba la noticiaque está calando en todos los corrillos y mentideros del agro. El movimiento Campesino-Ciudadano ha ganado en todas las provincias neerlandesas y contará con el mayor número de escaños en la Cámara Alta del Parlamento holandés. Este partido es de reciente creación, apenas lleva cuatro años de existencia y sirve para que los agricultores y ganaderos holandeses canalicen las protestas.
Lo cierto es que detrás de este triunfo hay un movimiento de resistencia y lucha contra los ataques que desde el gobierno se han venido haciendo contra agricultores y ganaderos para llevar a cabo las líneas maestras de la Agenda 2030.
Ahora se abre un nuevo escenario, algo incierto, pero esta vez ganaderos y agricultores en Holanda, además de protestar en la calle contra los recortes en emisiones que originan una limitación de sus derechos, lo harán en el parlamento donde se debaten las líneas aplicativas de dicha Agenda.
¿Esto sería extrapolable a nuestro país? ¿Serían capaces los agricultores y ganaderos de organizarse para presentar un frente común? El ataque que están sufriendo desde instancias del gobierno o desde lobbies con intereses en sectores estratégicos como los preparados nutricionales similares a la carne.
La agricultura y la ganadería siempre han sido el motor económico y social de un territorio, no en vano se producen alimentos básicos de primera necesidad, que en primer caso sirven para cubrir la primera necesidad del ser humano, la alimentación; y si ésta es saludable, equilibrada y de calidad, mucho mejor.
Y, en un segundo lugar, el comercio de los excedentes que sirven para generar riqueza y el asentamiento en el territorio que fija población entorno a las zonas productivas. ¿Quién mejor que el ganadero o el agricultor va tratar de conseguir un medio más limpio y menos contaminado?
Pero, volviendo al tema inicial, aquí no es probable que ocurra algo parecido a lo de Holanda, sobre todo porque no se dan las circunstancias, no tenemos una intensificación de las granjas como ocurre allí, aquí afortunadamente nuestras producciones están más ligadas a la tierra. Nuestro modelo productivo es distinto pero, sin embargo, las políticas conservacionistas se aplican igual, estamos integrados la Europa comunitaria para lo bueno y lo malo.
Y la otra diferencia fundamental es la falta de unión. Aquí, y soy el primero en reconocerlo, los intereses personales van primero y luego si ya…. Pues entonces van los del colectivo y la sociedad. Volar una presa se aprueba en media hora por decreto y se ejecuta en un mes, las consecuencias, la falta de agua embalsada y la regulación del cauce del río se verán a lo largo de años y, a veces, es irreversible.