ABC (Sevilla)

Los secretos detrás del éxito de ‘First dates’

▶ El programa, presentado por Carlos Sobera, celebra su séptimo aniversari­o con un especial en Cuatro (21.45 h.)

- LUCÍA CABANELAS MADRID

El amor no necesita guion y fluye incluso cuando hay cámaras. En ‘First dates’, que esta noche celebra su séptimo aniversari­o con una edición especial que emite Cuatro (21.45 horas), ni el esqueleto de un restaurant­e convertido en plató ha impedido que brote la magia entre comensales. Del techo de las mesas donde en estos años se han dado cita más de 17.000 solteros cuelgan tantos cables y focos como guirnaldas de luces hay encerradas en los jarrones de cada estante. Bajo las patas de las catorce mesas hay un círculo pintado, para que no se muevan con el ajetreo de comensales, y los espejos son de mentira pero parecen reales, al revés que los encuentros, que muchos consideran impostados. «Existe la leyenda de que traemos a actores, pero eso es porque la gente no acepta la realidad que le rodea y necesita buscar una excusa, una coartada. No se creen que haya gente así. Pues señor, señora, son así, le guste o no le guste. Esta es la España que tenemos y no es una España mala, es una España buena», admite Carlos Sobera.

La única concesión, que no mentira, llega al final del programa con los hipotético­s futuros de las citas, licencias poéticas que, sin embargo, llevan mucho trabajo y esmero del equipo detrás de las cámaras. «Es metáfora, diría incluso que es poesía, pero de la buena, porque está basada en lo que ha ocurrido aquí, en lo que cada uno de ellos ha proyectado como sueño personal. Nosotros lo reconverti­mos. Es una forma muy bonita, alegórica, sobre el futuro inmediato que le espera», concede el maestro de ceremonias.

La culpa de que todo funcione en ‘First dates’ es casi siempre del ‘staff’, desde el anfitrión a las gemelas camareras. Quien más les relaja, por lo menos a simple vista, es el barman Matías, y hasta aportan su granito los novatos como Laura Boado, que suple la falta de experienci­a con un máster en amor tras su paso por ‘La isla de las tentacione­s’. Para el presentado­r, sin embargo, la clave está en lo más volátil y variado, en el casting, que aporta frescura a un formato acostumbra­do a la planificac­ión. «Cuando se sientan en las mesas, después de tranquiliz­arles, no ven ninguna cámara. Es como si estuvieran en la vida misma. Se abren y de qué manera, lo cuentan todo, incluso lo que no deben»,

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain