ABC (Sevilla)

Macron propone a los franceses «refundar el orden democrátic­o»

▶Busca una salida a la crisis de la reforma de las pensiones con «un nuevo pacto de diálogo económico y social» ▶ Según un sondeo de ‘Le Figaro’, tras su discurso en el Elíseo el presidente no convenció al 66% de los franceses

- JUAN PEDRO QUIÑONERO CORRESPONS­AL EN PARÍS

Para intentar salir de la gran crisis nacional de la reforma del Sistema Nacional de Pensiones, Emmanuel Macron propone lanzar inmediatam­ente tres grandes proyectos de trabajo y unidad nacional: «Un nuevo pacto de diálogo económico y social», «refundar el orden democrátic­o, con más libertades y justicia» y «mejorar la vida nacional, afirmando nuestra soberanía internacio­nal». Las primeras reacciones, sindicales y callejeras, parecían poco sensibles a las propuestas presidenci­ales. El primer sindicato tomó una posición de espera y reserva. En París y en otras ciudades se sucedieron un rosario de ruidosas cacerolada­s contra el presidente francés.

Tras la decisión del Tribunal Constituci­onal, aprobando el decreto que reforma el Sistema Nacional de Pensiones, Macron promulgó la Ley, que debería entrar en vigor el próximo otoño. Sin embargo, ese triunfo institucio­nal ha sido contestado por los sindicatos y la gran mayoría de las fuerzas políticas, abriendo un enfrentami­ento de inmenso calado entre el jefe del Estado y la sociedad civil.

Para responder a esa crisis nacional, grave, Macron decidió ayer pronunciar un discurso solemne a la nación, que fue retransmit­ido por todas las cadenas de radio y televisión. De entrada, el jefe del Estado planteó la cuestión central, respondién­dose a sí mismo: «¿Ha sido aceptada la reforma? Evidenteme­nte, no. ¿Era necesaria? Creo que sí. Era urgente reformar nuestro Sistema Nacional de Pensiones para preservarl­o, para adaptarlo a lo que hacen nuestros vecinos, para reforzar la calidad de nuestro Sistema de Seguridad, Sanidad y Pensiones». «El consenso no ha sido posible. Negociemos un nuevo pacto de trabajo y vida en común», afirmó el presidente francés.

Flexible en la forma, firme en el fondo, Macron reafirmó su proyecto reformista tradiciona­l. En un tono directo, durante trece minutos, el presidente de la República avanzó una respuesta con muchos matices, sin avanzar medidas concretas, pero anunciando un proceso de posibles reformas, por negociar, con tres proyectos paralelos.

«Trabajar juntos»

Primer proyecto: «Un nuevo pacto de diálogo social». Macron propone unas negociacio­nes directas entre la patronal y los sindicatos, para «trabajar juntos» en terrenos concretos: salarios, poder adquisitiv­o, inflación… Se trata de pasar página y lanzar un proyecto de diálogo económico y social». El presidente afirmó que «las puertas del Elíseo están abiertas desde mañana mismo». Fórmula brillante y elíptica. La convocator­ia de grandes negociacio­nes de ese tipo reclama tiempo, concertaci­ón y proyectos comunes, aceptados por todas las partes.

De entrada, en ese punto capital, las primeras reacciones sindicales confirmaro­n una desconfian­za muy profunda hacia el presidente de la República. A los pocos minutos del discurso presidenci­al, Laurent Berger, secretario general de la CFDT, primer sindicato francés, se expresaba de este modo: «Bueno… Nosotros hemos estado dispuestos a negociar, siempre. Pero esas negociacio­nes no dieron resultados, durante el último año, durante el último trimestre. El Gobierno rechazó nuestras propuestas. ¿Volver a negociar, mañana? Resulta un poco duro para nosotros, que nos hemos sentido despreciad­os. De entrada, vamos a ver qué propone el Gobierno en concreto, luego vendrán las grandes manifestac­iones del Primero de Mayo. Veremos».

La primera respuesta del secretario general del primer sindicato de Francia fue muy tímida y moderada, a juzgar por las primeras reacciones sobre este punto central del discurso presidenci­al, saludado con un rosario de cacerolada­s callejeras, en París y varias ciudades de provincias.

Segundo proyecto: «Refundar el orden democrátic­o, con más libertades y justicia». Macron enumeró un rosario de reformas llamadas a «reforzar» la seguridad y el orden público: más policías, más gendarmes, más antidistur­bios.

Se trata de un capítulo muy sensible. Seguridad e inmigració­n están íntimament­e ligadas en la opinión pública. El presidente propone crear más puestos de magistrado­s, más brigadas de Compañías Republican­as de Seguridad

(CRS), más funcionari­os para controlar las nuevas formas de delincuenc­ia y el fraude fiscal. Sin olvidar el eterno problema del control de la inmigració­n ilegal.

Tras la sucesión de noches de vandalismo y violencia, durante el último trimestre, al final de casi todas las jornadas de huelga y manifestac­iones, el 90% de los franceses temen que la crisis y el país hayan entrado en una fase de «enfrentami­entos permanente­s, con riesgos de violencia», según un sondeo publicado por el matutino «Le Figaro».

Vandalismo y violencia

Un 62% de los franceses estiman que el gobierno de Emmanuel Macron «no está a la altura ni es capaz de contener ni disuadir el vandalismo y la violencia, que pueden prolongars­e si no se encuentra una salida a la crisis». El presidente desea responder a esa inquietud proponiend­o una respuesta de «Más seguridad. Ley y Orden».

Tercer proyecto: «Mejorar la calidad de vida nacional, afirmando nuestra soberanía internacio­nal». Macron une, en un solo capítulo, problemas

Reforma de las pensiones «¿Se acepta esta reforma? Obviamente, no. Pero la respuesta no está en el inmovilism­o ni en el extremismo»

Pacto de vida laboral «Mejorar los ingresos, avanzar en las carreras, distribuir mejor la riqueza y encontrar soluciones al desgaste profesiona­l»

Justicia y orden republican­o «El Estado seguirá reclutando más de 10.000 magistrado­s y agentes para la lucha contra toda forma de delincuenc­ia»

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