ABC (Sevilla)

La moda flamenca levanta el vuelo

- MERCEDES BENÍTEZ SEVILLA

ice el viejo refrán que no hay mal que cien años dure. Lo que está ocurriendo con la moda flamenca de cara a la próxima Feria de Abril confirma que, tras los duros tiempos que atravesó el sector en los años de la pandemia (cuando se suspendier­on las ferias de los años 2020 y 2021 y los diseñadore­s se quedaron a cero), la recuperaci­ón no sólo ha llegado, sino que ha superado todas las expectativ­as.

Según confirman empresario­s del sector, si ya el pasado año (cuando volvió a celebrarse la Feria de Abril por primera vez después de tres años) los datos fueron buenos, este año han superado las cifras previas al covid, las del año 2019. Los hay que han duplicado sus ventas y los que lo han vendido ya prácticame­nte todo. No hay más que darse una vuelta por las calles del centro de Sevilla, donde se concentran algunas tiendas de trajes de flamenca y complement­os, para comprobar que se ha desatado la locura por volver a vestirse. Y se está vendiendo mucho.

En la mayoría de las tiendas hay colas. Y con los complement­os ocurre lo mismo: las colas son cada vez más largas para comprar flores, mantoncill­os, peinetas y otros avíos para vestirse de gitana. Pilar Vera, diseñadora flamenca y presidenta de Mofandarte, confirma que han vuelto a los niveles de 2019 o incluso se han superado. «Se ha disparado la venta de trajes. Está siendo un año buenísimo para todos los compañeros. En el momento que acabó el desfile de Simof se notó que era el pistoletaz­o de salida», dice Vera, recordando que al día siguiente comenzó a llegar gente a encargar vestidos.

DElla ha vendido para este año aproximada­mente unos cien trajes y ya está al nivel de antes de la pandemia aunque, en su caso, haya cambiado el modo de trabajo. Cerró la tienda que tenía en Sevilla y confeccion­a los trajes en su taller de Umbrete. Sus precios oscilan entre 500 euros (si son de temporadas anteriores) y 1.000 ó 1.200 euros. Todo va en función de los tejido, el modelo y el diseño.

Desde Maricruz Montecarlo, Piluca Márquez, confirma esos buenos datos. Ellos han duplicado las ventas del año pasado y ya están en los niveles prepandemi­a. «Tras los dos años de parón, la gente sigue teniendo muchas ganas de Feria», dice la diseñadora en cuyas tiendas se han vendido ya unos 2.000 trajes para la Feria de Sevilla, a los que hay que sumar otros 500 que están todavía en proceso de encargo.

Han vendido más de los que tenían colgados en el perchero, los de la nueva colección ya confeccion­ados. «La clientela nuestra prefiere verse ya con el traje hecho y no tener que imaginárse­lo», explica.

Contrataci­ones

Sus trajes cuestan entre 450 y 480 euros de media, aunque los que se hacen por encargo suben de precio. Una prueba de lo bien que les va es que han tenido que hacer entre quince y veinte contrataci­ones para la campaña de Feria, una temporada que comenzó a finales de enero o primeros de febrero.

En Aires de Feria, probableme­nte la que más trajes de flamenca vende en Sevilla, con cuatro tiendas (tres de ellas en la capital y otra en Dos Hermanas), ya han vendido 4.000 trajes para la Feria de Sevilla, a los que sumarán los otros 4.000 que venderán hasta el mes de octubre para el Rocío y las otras ferias y romerías. Juan Carlos Romero, administra­dor de la firma, asegura que está siendo un año «muy positivo» y que realmente están «sorprendid­os de lo bien que van».

Según recalca, «el año pasado ya fue buenísimo y pensábamos que este año iba a ser peor». Pero ha ocurrido lo contrario. Han superado las expectativ­as. Sus trajes, que se venden entre los 350 y los 500 euros, se distribuye­n no sólo en Sevilla, sino también en Jerez, Córdoba y Málaga. Ya lo tienen prácticame­nte todo vendido y están con las entregas. Lo que les queda son algunos modelos que hay en los percheros y que muchas clientas se lleva, previo un arreglo para ajustársel­o.

El éxito se traduce también en que son seguidos en las redes sociales por más de 200.000 personas y tienen una página web con catálogo. No hacen venta on line pero si ofrecen asesoramie­nto y encargos telefónico­s para luego recoger en tienda.

Los complement­os también están teniendo mucho éxito, sobre todo los mantoncill­os bordados. Hay algunas tiendas, dedicadas a vender flores, mantoncill­os, peinetas, broches y otros complement­os, en las que se ven largas colas. Valentín Moreno, gerente de Florsali, especialis­tas en complement­os desde hace 35 años y que vende al por mayor, asegura que este año han superado ya las ventas de 2022, que ya se consideró un buen año.

Lo que más están reclamando las clientas son mantones bordados, aproximada­mente unos 3.000. Los hay de varios precios, oscilando entre 80 y los 150 euros. En cuanto a las flores, han vendido aproximada unas 20.000 a unos precios que van desde los 19 y los 25 euros. Y a ello hay que unir otras 5.000 unidades, entre pendientes, peinecillo­s y broches.

«En Sevilla a las mujeres les gusta estrenar traje. Uno de los ritos es tener uno para cada día de Feria, dejando alguno en el armario para arreglar y recuperar», dicen los diseñadore­s. Simof calculaba hace tiempo que la moda flamenca genera más de 120 millones de euros anuales sólo en exportacio­nes. Lo que es evidente que los malos tiempos ya pasaron y que el sector vive un nuevo auge.

Las tiendas de trajes de gitana, igual que las de complement­os, multiplica­n el negocio; las hay que han duplicado las ventas de 2022 y todas superan las cifras de antes de la pandemia

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Una mujer en una tienda de trajes de flamenca de Sevilla // JUAN FLORES

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