El acelerón en vivienda enerva a la oposición y a la mitad de los socios
▶ El Gobierno fuerza los plazos de la ley para que esté aprobada antes del 28M
La primera –y última– reunión de la ponencia sobre la ley de vivienda para abordar las enmiendas al articulado del proyecto de ley del Gobierno se convirtió ayer en un campo de batalla. El PSOE arrastró a Unidas Podemos, ERC y Bildu a una tramitación aceleradísima, tras su acuerdo anunciado el viernes pasado, y la oposición y otros socios habituales del Ejecutivo, como el PNV y el PDECat, apenas pudieron protestar el rato que duró la cita: menos de una hora.
En febrero de 2022, la Mesa del Congreso calificó la ley de vivienda por el trámite de urgencia, pero los desacuerdos entre PSOE y Unidas Podemos la han mantenido en un cajón hasta ahora, a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. La voluntad de Pedro Sánchez, quien ordenó que la norma esté en vigor antes de los comicios, la desbloqueó y los partidos que sustentan al Gobierno de coalición ejercen de cadena de transmisión en la Cámara Baja.
El viernes se anunció el acuerdo y se convocó la ponencia para ayer. En total debían discutirse 866 enmiendas parciales, con 44 transaccionadas –enmiendas pactadas entre varios grupos– que afectan a cuatrocientas de las registradas. Esas transaccionales se comunicaron a los grupos a las cinco de la tarde del lunes y solo tuvieron hasta las diez de la mañana de ayer para analizarlas. Fuentes parlamentarias denuncian que no se consultó con el resto de grupos para la confección de las transaccionadas y que, en algunos casos, esa ‘transacción’ consistía en añadir una sola palabra. Las protestas arreciaron en la reunión de la ponencia, con partidos como PP, Vox, Ciudadanos, PNV, PDECat y Coalición Canaria (CC) pidiendo al menos una convocatoria más de la ponencia para trabajar y que no se convocase ya para mañana la Comisión de Transportes, donde se aprobará el dictamen de la ley para su remisión a pleno la semana que viene. En plena ponencia, los móviles de sus señorías empezaron a vibrar, según fuentes presentes. No había ni concluido la cita cuando los diputados recibieron la convocatoria para la Comisión de Transportes. El popular Mario Garcés tuvo un rifirrafe con el presidente de la comisión, el socialista Ignacio López Cano, y hubo también críticas airadas de Ana Oramas (CC) y de Ferran Bel (PDECat), quienes pidieron que se vote punto por punto. Este último incluso abandonó la ponencia. Edmundo Bal, de CS, avisó que su partido intentará frenar la tramitación pidiendo mañana que se vote enmienda a enmienda, mientras que el PP envió una queja a la Mesa del Congreso para exigir una rectificación.