Golpe en EE.UU. a las comisarías clandestinas chinas en el exterior
▶Dos ciudadanos chinos han sido acusados de conspirar para actuar, en Manhattan, como agentes del régimen ▶«Se trata de una flagrante violación de nuestra soberanía nacional», declaró el jefe de la oficina del FBI en Nueva York
La Policía Judicial de Estados Unidos ha descubierto una comisaría policial del régimen comunista chino que operaba ilegalmente a plena luz del día en medio de Nueva York, y que participaba en el acoso y la persecución de disidentes exiliados. Según ha revelado el departamento de Justicia en una demanda, los ciudadanos chinos Lu Jianwang, de 61 años, y Chen Jinping, de 59, operaban una delegación provincial del Ministerio de Seguridad Pública de la República Popular China en la zona de Chinatown, en el bajo Manhattan.
Lu y Chen, los detenidos, han sido acusados esta semana de conspirar para actuar como agentes del régimen chino, así como de obstrucción a la justicia mediante la destrucción de pruebas de sus comunicaciones con Pekín. La comisaría ilegal cerró en otoño de 2022 cuando el FBI estrechaba el cerco sobre sus administradores. Cualquier delegación oficial extranjera en suelo estadounidense debe informar de su apertura y funcionamiento al departamento de Justicia norteamericano, y no hacerlo es una grave infracción que se pena con cárcel.
Si son declarados culpables de conspirar para actuar como agentes extranjeros, los acusados se enfrentan a una pena máxima de cinco años de prisión. Otro cargo separado de obstrucción a la justicia conlleva una pena máxima de 20 años.
La comisaría secreta prestaba algunos servicios básicos, como ayudar a los ciudadanos chinos a renovar sus permisos de conducir chinos y otras gestiones burocráticas. Pero a la vez operaba como brazo en EE.UU. de los cometidos de índole política de la policía del régimen, llegando a acosar a disidentes y amenazarlos para que volvieran a su país a rendir cuentas de acusaciones vertidas contra ellos.
Vigilar e intimidar
Según el fiscal general adjunto Matthew G. Olsen, de la División de Seguridad Nacional del departamento de Justicia, «la República Popular China, a través de su represivo aparato de seguridad, estableció una presencia física secreta en la ciudad de Nueva York para vigilar e intimidar a los disidentes y a quienes critican a su gobierno».
Aunque China ha abierto puestos policiales clandestinos en países de todo el mundo, el departamento de Justicia de EE.UU. mantiene que estas detenciones son las primeras de este tipo en todo el mundo. «Se trata de una flagrante violación de nuestra soberanía nacional», declaró Michael Driscoll, jefe de la oficina del FBI en Nueva York, en una rueda de prensa en la que se anunciaron los casos, emitida por vídeo.
Comisarías en España
Recientemente, ABC reveló que en España ha habido nueve posibles comisarías clandestinas de la Policía china para presionar a los ciudadanos chinos que tienen cuentas pendientes con la Justicia de su país de origen. La oenegé Safeguard Defenders denunció que en esas comisarías se ponen en marcha «mecanismos extrajudiciales ilegales para devolver a personas a China en contra de su voluntad mediante el ejercicio de diversas formas de presión, que a menudo implican el uso de amenazas y hostigamientos contra miembros de la familia en su país de origen o directamente contra el individuo objetivo en el extranjero».
Los detenidos ahora en EE.UU. tienen un largo historial de servicio al régimen chino en EE.UU., según ha descubierto la Fiscalía, sobre todo Lu. En 2015, durante una visita del presidente chino, Xi Jinping, este detenido participó en contra protestas en Washington para intimidar a miembros de Falun Gong, un grupo religioso perseguido por Pekín. Después, según el