Hoy es ya prácticamente Feria
EL RECUADRO
En la Feria hay Casetas de Vísperas, y verá cómo hoy ya la toman muchos por punta
EN las primitivas ordenanzas de Feria, que me parece que venían al menos desde la autorización fundacional del mercado de ganados en el Reinado de Isabel II, el festejo empezaba siempre con fecha fija. Entre las fiestas de primavera era la única no movible, no le ocurría como a la Semana Santa, al Corpus o al Rocío. La Feria empezaba el 18 de abril, cayera en el día de la semana que cayera, salvo que coincidiese con una Semana Santa tardía. Y duraba cuatro días, también acabaran cuando acabasen; si el cuarto día de Feria era sábado, nunca se prolongaba hasta el domingo, aunque la gente lo pidiese.
La Feria, como todo en Sevilla, se ha ido extendiendo, en el espacio y en el tiempo. De los cuatro días del 18 de abril pasamos a una ordenanza municipal, ya sustituida por la actual, que establecía el tiempo que tenía que haber entre la Semana Santa y la Feria y determinaba que el festejo durase de martes a domingo de fuegos artificiales y corrida de los Miura. Pero todo, como digo, se ha ido extendiendo. En ese Prado de cuyo traslado celebramos los 50 años parece que nos olvidamos la vara de plata de tasar la medida exacta de las tradiciones de Sevilla. Y, entre ellas, la duración de la Feria. Ya vamos por una semana entera de Feria, de sábado 22 a sábado 29 este año, con su día de fiesta de por medio: la festividad local de libre elección municipal, que últimamente le vienen quitando al pobre de San Fernando, que se ha quedado sin día no laborable y el que quiera ir a rezarle en su urna abierta de la Capilla Real, que pida permiso en el trabajo. Este año, además, se da la circunstancia de que tras el sábado 29 de la terminación oficial y la fiesta del Primero de Mayo (que es el día de los Miuras en el abono de los toros) hay sólo un día no ferial, ese domingo 30 de abril en que ya verá usted cómo muchos piden, a la antigua usanza, que se prolongue la fiesta para unirla con el Día del Trabajo, teniendo en cuenta además que la jornada siguiente, el martes Dos de Mayo, es la fiesta oficial de la Comunidad de Madrid; el 28-F de ellos, vamos.
Tenemos una Feria cada vez más larga, igual que la Semana Santa comienza de hecho el Viernes de Dolores, en que ya salen los nazarenos de las cofradías de Vísperas. En la Feria también hay Casetas de Vísperas, y verá usted cómo hoy viernes ya la toman muchos por punta, y celebran sus comidas y sus recepciones de amigos, una especie de anticipo de la ‘noche del pescaíto’ de los impacientes. Aunque no haya portada encendida, ni paseo de caballistas y enganches, ni servicios municipales, aunque sí follón de circulación y aparcamiento en torno a los puentes y a las calles de Los Remedios. Hemos caído en un modelo jerezano o malagueño de días de duración de hecho de la Feria, aparte del oficial de la semana entera en vez de los medidos cuatro días de antaño. Y los habrá tan jartibles que verá usted cómo no van a parar hasta que oficialmente la Feria dure quince días. Que no sé si habrá bolsillo que lo resista, si ya con la actual semana entera y con la crisis no sé cómo hay dinero ni para una jarra de rebujito y media ración de queso, porque para montar a los niños en los cacharritos habrá que pedir un préstamo.