En Falcon y con una caranava de coches para defender el ecologismo
▶ Los aviones privados contaminan hasta 50 veces que el tren, advierten los expertos
de la Comisión Europea», y «no es aceptable que el intento de atropello de PP y Vox en la asamblea de Andalucía vaya a tener como resultado final una multa que vamos a tener que pagar todos los españoles por haber contravenido las sentencias europeas».
Pero «lo más importante» sería «el coste inasumible en términos medioambientales y de biodiversidad que esa medida puede tener en uno de los principales patrimonios de la humanidad», según aseveró Pedro Sánchez, que finalmente dedicó palabras de agradecimiento a los trabajadores del parque por su «compromiso».
Tras intervenir ante los medios, Sánchez se reunión con los trabajadores del parque y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Para finalizar su visita, acudió a la laguna de Santa Olalla, una de las más afectadas, recordaron desde el Gobierno central, por la falta de agua en el parque de Doñana.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apostó ayer por defender Doñana en su visita al espacio natural. Alabó además sus ecosistemas, espacio donde, aseguró, viven especies en peligro de extinción como el lince. Y pidió a los españoles que acudan a visitar el humedal, el único, recordó, que está declarado como Patrimonio de la Humanidad.
Hasta ahí el discurso ecologista de Sánchez, le afearon desde el PP. Porque, según el presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, el presidente del Gobierno acudió a Huelva a dar su discurso verde montado en su avión privado, el ya famoso Falcon, uno de los medios de transporte más contaminantes. De hecho, según un estudio realizado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, los jets privados son de cinco a 14 veces más contaminantes que los aviones comerciales por pasajero y 50 veces más contaminantes que los trenes.
Pero el presidente del Gobierno, además, no viaja solo. Lleva habitualmente un séquito que garantiza su seguridad y organiza los actos a los que acude. Ayer no fue una excepción. Eso supone que hasta el lugar donde se desarrolló el acto de Sánchez, en el corazón del parque natural, llegó una caravana de coches, algo que tampoco encaja del todo en ese discurso ‘verde’ al que aludió el presidente del Gobierno.
A esos coches se sumaron, además, los del medio centenar de periodistas y cámaras que fueron a cubrir el acto. Si bien es cierto que no llegaron a entrar con sus coches al parque de Doñana —un autobús los desplazó hasta allí— sí que tuvieron que acudir hasta la verja del parque en sus coches, lo que aumentó la huella ecológica de un acto que, a la postre, duró unos 20 minutos con la prensa.