Sánchez no vota la reforma del ‘solo sí es sí’ pactada con el PP
▶Patxi López evita agradecer el apoyo de los populares y les afea que aplaudan el resultado: «Es escenografía barata» ▶Irene Montero arremete contra su socio en el turno del Gobierno y asegura que la reforma «condena a las mujeres»
El Congreso aprueba la reforma de una ley, que modifica seriamente el Código Penal, aprobada por el Gobierno como uno de sus proyectos estrella y que resulta ser un fiasco al provocar la rebaja de un millar de condenas de peligrosos delincuentes sexuales. Lo hace a iniciativa unilateral del socio mayoritario de la coalición que forma el Ejecutivo, con el imprescindible apoyo del primer partido de la oposición –que aplaude en pie la votación final– y con la furibunda oposición del socio minoritario, una de cuyas ministras se sube a la tribuna durante el debate de la reforma para descalificarla de arriba abajo y proclamar que es su «peor día» en el cargo. El presidente de ese Gabinete se ausenta deliberadamente de la sesión y no vota, ni siquiera de manera telemática, mientras que su partido desprecia abiertamente el apoyo recibido para aprobar la nueva ley.
No es el fruto de la imaginación de un enrevesado guionista de series. No. Es, en síntesis, lo que ocurrió ayer en el Congreso de los Diputados, donde pasado el mediodía la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, anunció la votación más extraña de la legislatura, aunque una de las de mayoría más holgada. 233 diputados, del PSOE, el PP, Ciudadanos (CS), el PNV y Junts per Catalunya –sin que estuviera entre ellos el presidente del Gobierno, de visita en Doñana– respaldaron la proposición de ley que presentó en solitario el Grupo Socialista en febrero, y que reforma la escala penal de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida popularmente como la del ‘solo sí es sí’, ante el escándalo provocado por ese goteo de condenas rebajadas o incluso excarcelaciones que se vienen produciendo desde otoño, cuando entró en vigor la norma. En ese momento (como todos los jueves, se votaban de seguido un buen número de iniciativas) la bancada del PP aplaudió en pie el resultado, mientras el resto del Hemiciclo guardó silencio.
El portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, tachó luego ese gesto de «escenografía barata» y, a preguntas de los periodistas, evitó siquiera agradecer a los de Alberto Núñez Feijóo su apoyo, sin el cual no hubiera habido la mayoría absoluta necesaria para sacar adelante una norma que tiene categoría de ley orgánica y que modifica las escalas de penas para agresiones sexuales, elevando de 4 a 5 años el máximo de la horquilla para las que se producen con violencia pero sin acceso carnal, mientras que en el caso
La ley, que solo afecta a casos futuros, sube la pena máxima para agresiones con violencia y la mínima si hay acceso carnal
de que sí se produzca penetración la nueva ley sube el tipo mínimo de 4 a 6 años de cárcel, manteniendo el máximo en los 12 años de prisión.
Un pleno lleno de gestos
Fue una jornada cargada de gestos políticos en el escenario político por excelencia, y de discursos de calado, en pleno ambiente de precampaña, de cara a las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Desde la aparición de Yolanda Díaz recién llegada de Nueva York a la vestimenta totalmente morada, el color tanto de Podemos como del movimiento feminista, de las ministras de Igualdad y Derechos Sociales, Irene Montero e Ione Belarra, que permanecieron todo el debate juntas y solas en la parte de la bancada azul más cercana a los escaños de la oposición, a la derecha de la Mesa.
Al otro lado estaban, además de la citada vicepresidenta segunda, la titular de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, y la ministra de Justicia, Pilar Llop, la persona de la que partió la reforma para cambiar las penas para delitos sexuales, que solo tendrá efectos sobre los que se comentan en el futuro, como no se olvidaron de recordar los portavoces de los grupos que se opusieron a la reforma, entre ellas la de ERC, Pi