Minera Los Frailes prevé iniciar sus operaciones este año y regenerar la zona de Aznalcóllar
INVERSIÓN
Minera Los Frailes, la compañía que está desarrollando un proyecto con una inversión prevista de más de 400 millones de euros para la reapertura de la mina de Aznalcóllar, ha hecho balance de esta iniciativa en los días previos al 25 aniversario de la rotura de la balsa. La filial de Grupo México apunta a que «ha dado los pasos decisivos para iniciar sus operaciones este año y ejecutar las labores para la restauración de este enclave». Minera Los Frailes (que prevé la creación de 2.000 empleos directos e indirectos) asegura que «reparará de forma integral los pasivos ambientales que aún permanecen tras el cierre de las operaciones en 2001».
En este momento en el perímetro de la mina hay dos cortas, Los Frailes y Aznalcóllar, que acumulan agua de contacto y están circundadas por escombreras que quedaron abandonadas tras el cierre de 2001. «Lo primero que realizaremos será la depuración de toda el agua embalsada en ambas cortas con los máximos estándares de calidad; y junto a ello, se desarrollará un programa de revegetación y reforestación integral de las áreas de escombreras y zonas aledañas con especies autóctonas», apunta.
Para ello, «estas superficies serán cubiertas con suelos fabricados para atender cada problemática, lo que permitirá reducir la generación de aguas de contacto, que es el principal pasivo ambiental del antiguo complejo», en palabras de Miguel Ángel González, director de operaciones de Minera Los Frailes.
Recuperación ambiental
A este proceso de recuperación ambiental «se destinarán más del 20% de las inversiones del proyecto». Será el primer paso para iniciar una nueva explotación que se basa en parámetros radicalmente distintos a los del siglo veinte. «Será un proyecto tecnológico de minería subterránea que empleará las mejores técnicas disponibles marcadas por la UE, que no genera impacto visual; la operación interna utilizará sistemas no tripulados y el transporte se realiza en cintas transportadoras para elevar al máximo la seguridad de las operaciones». Más del 80% del agua utilizada se recirculará para aprovecharla de nuevo en el proceso y en el que no habrá balsas de lodos; «se reaprovecharán los residuos para rellenar de nuevo las galerías, lo que garantiza que no podrá ocurrir un accidente como el sucedido en el año 1998», apunta la compañía.