Daniel Luque: «Soñaba con que me vieran torear así en mi plaza»
▶ El torero de Gerena, entusiasmado tras cortar dos, dice ser «el más feliz del mundo» Walkie talkies
ENTRE BARRERAS
Faena de dos orejas y vuelta al ruedo en la cuarta corrida de abono de la Maestranza, una tarde en la que Daniel Luque se impuso a sus compañeros Miguel Ángel Perera y Francisco de Manuel con toros de El Parralejo. Dice el refrán que no hay quinto malo y fue con ese toro, de nombre ‘Príncipe’, cuando Luque le arrancó las dos orejas al toro y logró que la orquesta tocara «Suspiros de España».
«Esto era lo que yo soñaba, lo que quería. Que me vieran en esta plaza, mi plaza. Soy la persona más feliz del mundo», dijo el matador de Gerena que agradeció a la afición que le exigiera tanto pero que ahora le haya demostrado «el cariño y la sensibilidad que tiene». Por eso tras dar la vuelta al ruedo, Luque con su segundo toro (en el primero tuvo que descabellar) se mostraba emocionado y se acordaba de su familia, su cuadrilla y todos los que han apostado por él.
Fue una faena que su apoderado,
Juan Bautista, tildó de «grandiosa». «Detrás de eso hay mucho trabajo y mucha preparación», comentó el apoderado recordando que el coso del Arenal es donde a un torero le importa triunfar.
También destacable fue el debut de Francisco de Manuel en la Maestranza, el torero madrileño que salió por la puerta grande el pasado octubre en Las Ventas y que venía con muchas ganas, se mostró algo desilusionado pese a que logró la ovación del público.
«El toro ha apuntado cosas buenas de calidad», dijo tras el primer toro. El madrileño insitió en que puso «todo» de su parte y lamentó no tener suerte con la espada. «Me voy contrariado, toca seguir entrenando» dijo De Manuel que, pese a que cuajó varios muletazos, no logró más que aplausos en su primera tarde en el Arenal.
La peor parte le tocó a Miguel Ángel Perera, que no tuvo suerte ni con «Jurista», su primero, ni con su segundo ‘Brevito’. El torero extremeño se quejó de que los toros no aguantaban y dijo que «no se ha dejado ni una embestida». Tras su segundo toro, ‘Brevito’, de 515 kilos, que llegó a caerse tras las banderillas, ni siquiera quiso hablar. Lógico si se tiene en cuenta que el animal que se cayó y al que el público despidió con pitos, era su última opción en Sevilla en el ciclo de Feria.
Alguien debería llamarle la atención a los técnicos de Mundotoro TV que se habían acomodado, por decirlo de alguna manera sutil, detrás de los narradores. El sonido de sus walkie talkies se escuchaba por toda la grada. Entre ellos sí parece funcionar la señal.
La corrida de ayer se picó en líneas generales muy atrás. Han aparecido veterinarios que tratan de desmontar la teoría de que el toro que descuelga es el que se pica tras el morrillo, pero por decoro y rigor no conviene agarrarlo casi en la penca.
Conviene organizar unas jornadas técnicas, como esas que acaba de llevar a cabo la Consejería de Interior con los presidentes, para explicarle a algunos espectadores qué merece una ovación y qué no la merece. Se llegó a aplaudir pares de banderillas que se clavaban sobre el número.
Ambos brillaron con los palos. El torero de Sanlúcar la Mayor se dejó llegar a la faja al primero de la tarde en su encuentro. El madrileño volvió a su habitual alarde de destreza y capacidad, sumándole además un inicio más pausado y torero. Lo tiene todo. Buena lidia de Javier Ambel al primero.