El Sevilla disfruta de su paraíso

▶Resucitado y orgulloso, el equipo blanco aplasta al United en otra gesta europea y espera ya a la Juventus en semifinales

e habla y no se para estos días de la relación de grandes y prestigiosos equipos españoles con ‘el régimen’. Incluso usando términos contundentes, con ‘la dictadura’. Pero pocos de los comentaristas han reparado en que el auténtico cesarismo, la gran tiranía balompédica de nuestros días, y no en blanco y negro, es la que viene aplicando el Sevilla en la Europa League. Su torneo. El que ha levantado seis veces. Un paraíso del que sigue disfrutando tras dejar esta vez fuera de los cuartos de final a todo un Manchester United como solía hacerlo tantas veces, a contracorriente, en una temporada mala en la que no era ni mucho menos el favorito. Aun así, esa tremenda capacidad de supervivencia blanca le llevó primero a empatar en Old Trafford un partido que estaba tornando en drama y que en la noche de este jueves a firmar otro capítulo excelso en su libro de la épica para llevar al club, de nuevo, a una semifinal continental. Incluso en sus horas más bajas. Incluso frente al indiscutible candidato a levantar el trofeo. El despotismo sevillista en Europa es total, inquebrantable. Como rezaba el tifo del Gol Norte, el Sevilla es dueño y señor de la competición.

En una noche inolvidable, el hexacampeón tiró de orgullo, de fuerza, de fe y también de fútbol práctico, vertical, intenso, por momentos arrollador, para marcar el mejor partido de la campaña, sin duda alguna, y volver a demostrar que los misterios de este deporte son

Sinsondables y que los estados de ánimo inciden cada vez más en competiciones tan igualadas. La mentalidad sevillista ha variado, ha ido olvidando el peligro del descenso en la Liga y ha permitido centrarse en el torneo más apreciado sin tanta necesidad de dosificarse para el domingo. Puede más, de nuevo, el que más pone en el césped y el que menos miedo tiene. Además de buen fútbol, el Sevilla no tuvo ninguno, ni en la ida ni en la vuelta. El United, con su cuenta corriente pletórica, los tuvo todos.

Para la gran cita, el renacido equipo blanco podía disfrutar, además, de algo que este año ha sido como la lluvia: una alineación titular con los primeros espadas, con la teórica pareja de mejores centrales, Marcao y Badé, aunque el primero duró media hora antes de recaer, Fernando con Gudelj haciendo la raya o En-Nesyri en punta para cazar centros laterales pero también aprovechar la mayor debilidad del eje de la zaga red. Que no era simple teoría sino que se convirtió en ejemplo práctico al poco de arrancar el choque. Con una torpeza infinita, a los siete minutos el capitán Macguire intentó jugar hacia atrás un balón en la media luna de su área dejando el esférico al ‘9’ sevillista, que apuntilló de un buen zurdazo a un De Gea vendido. ¿Suerte? ¿Empanada inglesa? ¿Empuje de la grada? ¿Mordiente local? Busquen las explicaciones que necesiten. Gol nada más empezar para poner en ventaja por vez primera, que ya sería definitivamente, en la eliminatoria a los del reanimador Mendilibar.

Al United le flaqueaban las canillas ante la presión bestial del equipo de Nervión, que no dejaba medio metro de reflexión a los británicos, obligados a lanzar imprecisos pelotazos desde su zaga

Sevilla F. C.

Dos goles de En-Nesyri al aprovechar errores graves del Manchester y otro de Badé al rematar un córner dejaron el partido resuelto