Montero se disfraza de Evans
▶El dominicano, con 30 puntos, guía al Betis Baloncesto hacia una victoria fundamental sobre el Fuenlabrada
El primer cuarto de Tyson Pérez fue explosivo. Cuando Casimiro lo mandó a la silla de cambios ya rondaba el doble-doble en puntos y rebotes. El Betis le asestó al Fuenlabrada un 8-0 de salida, obra exclusiva de Tyson. Los verdiblancos apretaban en la defensa individual, recuperaban y salían en transición. De nada se enteraba su rival, que tardó más de cuatro minutos en anotar su primera canasta.
El Betis controlaba el rebote, autoritario, pero ya había regalado seis balones. Lo que siguió tras el primer cuarto (19-11) fue un monólogo bético, protagonizado por la productiva sociedad Montero-Gerun, y la progresiva descomposición del Fuenlabrada. El Betis debió sentenciar en ese momento, con un parcial de 12-0 (31-11) que habría sido mayor de haber estado más atinado desde la línea de tiro libre. Pargo regresó entonces a la pista y ofreció unas prestaciones más que preocupantes. Perdió tres pelotas, una estrellándose contra la defensa tras ser taponado. Con sus errores le dio el Betis vida a su rival y el Fuenlabrada lo aprovechó para estirarse. De estar absolutamente negado, a marcharse al descanso sólo diez puntos abajo.
Visto lo visto, el comienzo del tercer acto era clave. Y el Betis envidó con Montero y Cvetkovic a los mandos. B.J. Johnson quebró al fin la sequía desde el triple y de otra pérdida visitante rascó dos puntos más la tropa de Casimiro para ampliar a quince (44-29). Quintana lo paró y Gerun, vaya tortura desde el 4,60, falló dos intentos más (2/7).
El Betis ya había vuelto a la fórmula de la conexión Montero-Gerun. Ni Johnson ni Cvetkovic sumaban de tres y sí convertía Prince Ali, que reducía a cinco (44-39) en un intercambio de canastas permitido por el Betis.
Crece el Fuenlabrada
Los veinte de ventaja ya se habían quedado en cuatro (49-45), reducidos a cenizas. Bertans clavó el triple más difícil de su equipo en el partido para darle aire (52-45) justo cuando el nivel de confianza de sus compañeros andaba bajo mínimos, en reserva. El equipo se estaba desactivando peligrosamente mientras el Fuenlabrada subía sus revoluciones. Montero, B.J. Johnson y Bertans construyeron entonces un 70 de parcial (59-47) que debía devolver cierta serenidad al Betis sin que se tradujera en pérdida de intensidad. Todo el Betis era Montero, que ha tomado el rol de Evans. Con la diferencia de que tiene apenas 19 años. Se inventó el dominicano un triple y B.J. Johnson ponía los trece (65-52), contestados por el cuarto triple de Prince Ali (65-55). Dentro de su irregularidad, el Betis al menos mantenía a falta del último cuarto la decena de ventaja que fijó al intermedio.
Cvetkovic relevó a Montero con el Betis ganando por doce (69-57) y a partir de ahí tocó sufrir. Así las cosas, el respiro para el dominicano fue mínimo. Cuando regresó, triple, 28 puntos (73-62); cuando lo hizo Tyson, rebote ofensivo y dos más (75-62). Hacía la goma el Fuenlabrada y el Betis, cambios de balonmano. Entraba y salía Montero. Quintana ordenó cambios defensivos para secarlo, pero entonces se las ingenió el talentoso caribeño para asistir a Tyson Pérez y Pasecniks hasta impulsar su actuación al sobresaliente: 30 puntos y ocho asistencias para el mejor jugador de este Betis, que tras una victoria vital por tantas cosas se queda a un triunfo de la frontera de la permanencia. Y el domingo, a Santiago. Esto ya no para.
El conjunto verdiblanco, ahora a una victoria de la frontera de la salvación, visita este domingo al Monbús Obradoiro