Isabel II le confesó al exarzobispo de Canterbury que no podía renunciar
▶ Una nueva serie documental ha desvelado detalles inéditos de la Familia Real británica
«No puedo renunciar, no puedo rendirme». Esas fueron las palabras que pronunció la Reina Isabel II, fallecida en septiembre del año pasado en el Castillo de Balmoral, en Escocia, a George Carey, quien fuera arzobispo de Canterbury hasta octubre del 2002, cuando ella tenía 76 años y le quedaban aún, sin saberlo, veinte de reinado. Esa confesión se la habría hecho precisamente cuando Carey presentó su renuncia al cargo de clérigo más importante de la Iglesia de Inglaterra, de la que el monarca británico es cabeza. Esta revelación se ha hecho pública en la serie de la cadena ITV ‘The Real Crown: Inside the House of Windsor’, en la que se detalla que la soberana, que estuvo en el trono durante 70 años, le dijo al entonces arzobispo: «Ustedes van y vienen, pero yo no puedo renunciar, no puedo rendirme, tengo que seguir adelante». «Yo le dije, ‘Bueno, el Señor me dice que a los 70 años me tengo que ir», explicó Carey, que detalló que sin embargo ella le dijo «que de todos modos nunca se iría».
La serie, que narra en cinco episodios la historia de la Familia Real a lo largo del reinado de Isabel II, así como de los primeros meses de su sucesor, el Rey Carlos III, que será coronado en la abadía de Westminster el próximo 6 de mayo, contiene entrevistas con figuras contemporáneas que compartieron parte de su vida con la monarca.
Lord Carey se desempeñó como arzobispo de Canterbury de 1991 a 2002 y durante su período en el cargo participó en ocasiones muy relevantes, como el funeral de la Princesa Diana, que murió en un accidente de tráfico en 1997, y además fue el primer arzobispo en ordenar mujeres al sacerdocio de la Iglesia de Inglaterra. En la serie documental, también habló sobre la reunión secreta que organizó antes de que el Rey Carlos III y la Reina consorte Camila se casaran, para conocer a la que sería el nuevo miembro de la realeza. «Ella entró por la puerta principal, nos reunimos y tomamos un café juntos y realmente me impresionó», dijo, antes de detallar que «era una señora muy simpática, muy presentable, muy inteligente».
«Tuvimos una conversación muy animada», explicó. «Hablamos sobre su relación con Carlos, que se remonta a cuando eran adolescentes y demás. Y después de que ella se fuera, pensé: «Bueno, la única manera en la que puedo tratarla es como un ser humano realmente agradable que está profundamente enamorada de Carlos». Y es que en aquel momento
Hiba Abouk protagoniza el número de mayo de la revista ‘Elle’. La actriz se encuentra en plena actualidad tras el anuncio de divorcio del futbolista, Achraf Hakimi, y la reciente acusación que pesa sobre él por una presunta agresión sexual.
«Estoy bien. Hay días la ahora Reina consorte no gozaba de gran popularidad entre el público, estaba bajo la sombra de Diana, la ‘princesa del pueblo’, a la que el entonces heredero le había sido infiel con ella. Fue por esto que Camila, según el relato del arzobispo, lo convenció de que hablara bien de ella ‘entre bambalinas’.
De hecho, también contó, en otro episodio, que desde la Firma, como se llama a sí misma en los que es así, y otros en los que tienes que saber encajar los golpes y tomar decisiones, a veces complicadas, habituarte a nuevas situaciones... Y eso te puede descuadrar un poco», aclara. «Quién iba a imaginar que además de enfrentarme al consabido dolor que acarrea una la Familia Real, lo llamaron para intentar arreglar el matrimonio entre Carlos y la Princesa Diana, pero él consideraba que «nunca tendrían éxito». Y efectivamente, acabaron divorciándose. El ahora Rey era un hombre «de pensamiento profundo» con «una personalidad más lenta, reflexivo», mientras que Diana era «dinámica, vibrante» y en aquel momento no tenía motivación. «No iba a funcionar», acertó. La petición no era inusual: durante siglos, a los arzobispos de Canterbury se les ha encomendado la tarea de ayudar a los miembros de la Familia Real a abordar sus problemas. separación y aceptar el duelo que conlleva el fracaso de un proyecto familiar al que me había entregado en cuerpo y alma, tendría que hacer frente a esta ignominia. He necesitado tiempo para digerir este ‘shock’», y añade, «para mí lo más importante es la salud de mis hijos y todo lo demás, en realidad, pasa a un segundo plano», confiesa. «D. Ricardo Ignacio de la Huerta (conocido como Iñigo), en su calidad de padre, Dª. Judith Bruce, como madre, invocando el ejercicio del derecho de rectificación de la L. O. 2/1984, con relación al artículo publicado en ABC titulado «La trágica vida de la actriz que acusa a sus aristócratas padres de abusos sexuales» se han dirigido a este medio solicitando que se publique que 1) No he tenido implicación de ningún tipo en los abusos sexuales que, en su caso, haya podido padecer mi hija Paz de la Huerta. Como padre, no puedo más que lamentar profundamente que eso le haya podido ocurrir a una hija mía. 2) Es falso que a los 13 años (ni a ninguna otra edad) la vendiéramos a Weinstein (ni a ninguna otra persona). De hecho, nunca he conocido a Weinstein. 3) Hasta la fecha, ningún órgano judicial se ha dirigido contra mi por los hechos narrados en la noticia. Me personaré en los Juzgados de Talavera a la mayor brevedad para conocer el estado de las actuaciones. 4) En relación con la afirmación consistente en que «este periódico ha intentado contactar con ambos progenitores para conocer su versión de los hechos, pero no han respondido a las llamadas», no tengo conocimiento alguno de dichos intentos de contacto». Adicionalmente, Dª. Stella Larbi y Dª. Cristina Heeren de Noble, han remitido sendas comunicaciones en el ejercicio del mismo derecho en términos análogos a los transcritos, solicitando adicionalmente que conste que como amigas de la familia y de la propia Paz de la Huerta, tampoco han tenido implicación de ningún tipo en los abusos sexuales que en su caso haya podido padecer, ni en ninguno de los escabrosos hechos que se relatan, incluyendo Dª. Cristina Heeren que su intervención se ha limitado, por su vinculación y afecto hacia su familia, a ayudar económicamente a Dª. Paz de la Huerta cada vez que se lo ha solicitado y que habiendo tenido conocimiento por el artículo de ABC, se ha personado en los Juzgados de Talavera de la Reina a través de representante legal, a quien han informado que la querella se ha archivado».
Camila le pidió al arzobispo que hablara bien de ella ‘entre bambalinas’