«Les sobra el dinero pero les falta compromiso con el medio ambiente»
▶ El alcalde de Algeciras acusa a la UE de mirar «a otro lado para no molestar a Londres»
fuentes del Gobierno gibraltareño, todo parte de la dificultad para depurar agua salada de la que se nutren. Y es que la última colonia del viejo continente, al no tener ríos ni lagos, ni espacio para un embalse, se abastece directamente de agua del mar. Desde el siglo XIX, el Peñón cuenta con un sistema dual que persiste en la actualidad. Así, para el consumo humano se utiliza el agua del mar previamente desalada en las plantas de ósmosis inversa existentes en el Peñón que la convierten en potable.
El agua recogida del mar es bombeada a depósitos y luego se suministra a la población a través de una red específica. Este agua salobre se emplea contra los incendios, para la limpieza y baldeo de calles y para los inodoros de viviendas, centros de trabajo y locales comerciales, lo que supone la mitad del consumo de agua en la colonia británica. Como curiosidad, aunque los gibraltareños tienen contadores para el agua potable y pagan por ella, no ocurre lo mismo con el agua salobre, es gratis para el consumidor.
El Gobierno gibraltareño, que cifra en cerca de un millón de libras anuales el gasto público para mejorar la infraestructura de aguas residuales, sigue considerando una prioridad, y así lo llevaba Picardo en su programa electoral, contar con una planta depuradora de aguas residuales.
En septiembre, el Gobierno gibraltareño anunció el relanzamiento del proceso de licitación para la nueva planta de tratamiento de aguas residuales urbanas, que se levantará en Punta Europa «para cubrir el incremento de la población y de los flujos residuales los próximos 20 años». Se añadió que se podrían estudiar ubicaciones y soluciones alternativas y que todas las propuestas se someterán a «un riguroso proceso de evaluación medioambiental».
«El Gobierno de Gibraltar confía en que el nuevo proceso de contratación permita conseguir avances significativos este año con objeto de tener la planta construida lo antes posible». El proyecto abarca el diseño, la construcción y la operación de esta planta para tratar todas las aguas residuales urbanas y las pluviales del Peñón para toda la población de Gibraltar. La idea es que no expida olores y esté cubierta para que no afecte negativamente al paisaje de la zona.
El alcalde de Algeciras, adscrito a la Comisión de Exteriores del PP en el Senado, José Ignacio Landaluce, es la voz más beligerante sobre el Peñón en el Campo de Gibraltar, la comarca gaditana donde está situada la colonia británica.
José Ignacio Landaluce sostiene que resulta incomprensible que Gibraltar, la tercera renta per cápita del mundo, no depure sus aguas residuales y las arroje directamente al mar.
«Gibraltar está en espacio europeo pese al Brexit y es la tercera renta per cápita del mundo. Es incomprensible porque además les sobra el dinero y no saben qué hacer con él, pero no es gente comprometida con el medio ambiente y con el entorno, con su propio entorno. Les sobra el dinero pero les falta compromiso con el medio ambiente».
Al respecto, se queja de que estas aguas residuales vayan a parar directamente al mar, al medio marino, que es de todos. «Lo único que hacen es mover los lodos pero todos sus detritus van a parar directamente al mar. Hablamos de aguas grises, fecales, con detergentes, aceites... Todos sus restos fecales van a parar al agua de la Bahía de Algeciras tras pasar por la batidora. Lo baten un poco y lo lanzan al mar», indicó el alcalde de Algeciras.
«Esto es totalmente impensable hoy en una sociedad moderna y más aún si tenemos en cuenta la riqueza de Gibraltar. Podían haber buscado ayuda pero es que ni siquiera les hace falta. Tienen dinero de sobra y son ellos los que pueden ayudar a los demás», aseguró José Ignacio Landaluce.
En este sentido, abundó que es intolerable que Gibraltar «esté contaminando el patrimonio natural de todos» sin que tenga consecuencias.
Gibraltar está rodeada de mar salvo el istmo que la une con La
Línea de la Concepción, una ciudad con 14 kilómetros de playa, en algunos tramos prácticamente virgen. Cerca están también las playas de Algeciras y San Roque, entre ellas las de la exclusiva urbanización de Sotogrande. Relativamente cerca también, parte del litoral de la Costa del Sol.
Contaminación
«Lo que sigue haciendo Gibraltar es contaminar las aguas y las playas, que se ven más o menos perjudicadas por estos residuos según las corrientes marinas. Me da lo mismo que contamine sus playas, las de Algeciras, La Línea de la Concepción o la Costa del Sol. El hecho es que siguen contaminando, algo que no se puede entender hoy día y desde luego, no se puede permitir», manifestó el regidor del PP.
Al respecto, Landaluce afea a la Unión Europea (UE) que haya mirado «siempre para otro lado» en relación a Gibraltar «para no molestar a Reino Unido. Hay varios culpables todos pero especialmente los que contaminan y no pagan por ello. Se les debe exigir que cumplan con su obligación legal, moral y medioambiental».
«Todo esto demuestra lo que llevo años denunciando. Gibraltar no tiene límites, no respeta las reglas del juego, no cumple las normas, y desde luego no es una sociedad moderna porque cualquier sociedad moderna no comete estos desaguisados con el medio ambiente», agregó el senador del PP y alcalde de Algeciras.