Al buen tiempo y con falta de lluvias, mala cara
«Si queremos ser más verdes, más ecológicos y más sostenibles, o arreglamos el problema del agua o poco vamos a poder conseguir»
Pasada la Semana Santa, abril sigue mostrando su cara más amable a los turistas que se deleitan con nuestra tierra. El buen tiempo, como la mayoría lo llama por el momento, nos convierte en un destino formidable.
Si a ello añadimos unas temperaturas más propias del archipiélago canario que de la Península, pues todos contentos.
Hace poco escuché decir que 2023 nos traería el mes de abril más lluvioso que se recordaba en los últimos años, yo aún sigo confiando, pero todo apunta a que desgraciadamente es difícil que así sea. Lo de aguas mil por estas fechas cada vez se escucha con menos frecuencia.
Y lo que sí parece es que nos encontramos ante otro año seco, y ya van demasiados con altas temperaturas y falta de precipitaciones suficientes. No es un problema de Andalucía exclusivamente, ni siquiera de Cataluña, con recortes en 224 municipios, o de Asturias, con 30 incendios forestales, o de la Comunidad Valenciana, se trata de un problema de nivel europeo.
Que el sur de Europa necesita inversiones para solucionar la sequía en España, Italia o Grecia es algo de lo que se lleva tiempo hablando en la Unión Europea sin que, de momento, veamos que se haga mucho al respecto. A lo que no estábamos acostumbrados es que a estas reivindicaciones de los países mediterráneos se unan otros países como Francia.
Y es que tras un 2020 que fue históricamente seco, en lo que va de este 2023, Francia sigue con preocupación todo lo referente a las precipitaciones y su escasez.
Enero y febrero han sido meses muy malos para el país vecino, donde están muy poco acostumbrados a esta falta de precipitaciones y periodos de sequía.
Lo que quiero decir con todo esto, de la ausencia de lluvias en gran parte del continente europeo y la necesidad de actuaciones al respecto, es que está relacionado inevitablemente con la política agraria europea. Si queremos ser más verdes, más ecológicos y más sostenibles, o arreglamos el problema del agua o poco vamos a poder conseguir.
Este no es un problema de una región o de un país, es algo más, y de mucha gravedad. Seguro que lloverá algún día y vendrán periodos más productivos, pero eso no quiere decir que no nos preparemos para los periodos secos cuando aparezcan.
El agua es vida y sin ella no somos nada, cuando hagan una zanja para meter un gaseoducto que cruce Europa entera, no se olviden de meter otra tubería por si fuera necesaria. Mientras tanto seguiremos a lo nuestro, ahora la Feria de Sevilla, después los espetos en nuestras playas, y los olivos que esperen.