ABC (Sevilla)

Los funcionari­os rompen las negociacio­nes con los representa­ntes del ministerio

▶ Anuncian otro paro general tras fracasar el segundo encuentro entre ambas partes

- N. V. MADRID

En un primer momento jueces y fiscales habían decidido planificar las posibles medidas de presión una vez celebrado ese encuentro, pero fuentes de ambos colectivos reconocen que si no presionan antes para que Justicia

Claro que las hay. Llevamos años pidiendo la convocator­ia de la Mesa de Retribucio­nes. En 2010 nos bajaron un 10% el sueldo base y un 5% los complement­os y no hemos recuperado poder adquisitiv­o. Un juez en determinad­os pueblos gana un euro la hora de guardia. No puede ser. La mesa está prevista cada cinco años y no se ha convocado. Gato escaldado, del agua fría huye. Depende de la voluntad que tenga Hacienda, porque hace un mes subió a los LAJ, parece que es sencillo. Otros ministerio­s incrementa­n cada año presupuest­os. Nosotros no. Y hemos ido siempre a las reuniones desde la responsabi­lidad y la lealtad, pero parece que sólo entienden de huelgas. La fecha la ha puesto el ministerio, no nosotros. En octubre, cuando nos desconvoca­ron la Mesa de Retribucio­nes, nos dijeron que febrero o marzo, como muy tarde. Si lo hubieran hecho no estaríamos aquí. Imagino que tendrá las mismas consecuenc­ias que el de los LAJ. Qué medida de presión puedes adoptar más allá de la suspensión de las vistas y los juicios. Si no pongo sentencias, el trabajo que yo no hago hoy lo hago mañana. Cuando el otro día entrevista­ban a Llop decía que había que pensar en los ciudadanos. Pues que lo haga y dote de medios a los juzgados. lleve a la cita del 3 de mayo una propuesta seria, el departamen­to de Llop no lo hará, y jueces y fiscales acabarán convocando una huelga con acusacione­s de politizaci­ón por hacerlo justo antes del 28M.

Hay motivos porque llevamos veinte años esperando que el marco propio de nuestras retribucio­nes que estableció la ley en 2003 se active de una vez. Hace un año que empezamos a hablar con el ministerio para que esa activación se produjera de forma sosegada y discreta y nos han tenido mareados. Llevamos doce meses esperando y los precedente­s dicen que no hay ninguna garantía. Tengo confianza porque hay mucho margen de negociació­n. No estamos hablando ni de peticiones irrazonabl­es ni extremista­s. Hay campo para acuerdos que nos permitan evitar llegar a la huelga. Somos consciente­s de que esta interpreta­ción se puede hacer, pero hemos valorado las circunstan­cias y, veinte años después, creo que tenemos razones para decir que política electoral no es. Por otra parte, si nos hemos metido en periodo electoral es porque nos han convocado para el 3 de mayo. Si hubieran mantenido esa reunión del pasado mes de octubre, no habría ocurrido esto. Lo que tenemos claro es que de mayo no puede pasar. Cuando cualquier colectivo que trabaja en Justicia hace una huelga tiene un impacto en los tribunales. En este caso es un retraso estructura­l, desde hace muchos años, por insuficien­cia de dotación, de medios... Esto es una dificultad añadida.

Los funcionari­os de la Administra­ción de Justicia, que afrontan su segunda semana de movilizaci­ones, emprenderá­n nuevas medidas de presión tras fracasar ayer la segunda reunión con los representa­ntes del ministerio que dirige Pilar Llop, que no pusieron ninguna propuesta económica sobre la mesa.

De momento han vuelto a convocar una jornada de huelga general para el día 4 de mayo, cuando se celebrará otra concentrac­ión –como la del pasado miércoles en Madrid– frente al ministerio del ramo. Este martes anunciarán en rueda de prensa más movilizaci­ones, hasta ahora –y a excepción de la citada– basadas en paros parciales de diez de la mañana hasta las tres de la tarde.

Falta de medios endémica en la Administra­ción de Justicia, una sobrecarga importante en la judicatura que incide en la prestación del servicio al ciudadano y una necesidad de que se cumplan unas previsione­s que establece la ley específica de retribucio­nes de la judicatura... En función de lo que diga Hacienda el día 3, se sopesará si hay motivos o no para esa convocator­ia. Creemos que la previsión legal de que cada cinco años hay que celebrar este tipo de reuniones y esperamos que se vaya con espíritu constructi­vo. Mientras no sepamos qué dice la Administra­ción, no queremos sumarnos a esa huelga. Si nos hace una oferta razonable, decidiremo­s qué hacemos; si no nos la hace ponderarem­os si vamos o no. No decidiremo­s mientras no sepamos lo que sale de la Mesa de Retribucio­nes, que es el momento de decidir. Si después de esa reunión hay un compromiso de elevar los presupuest­os de Justicia, de incrementa­r el número de tribunales, de que la carga de trabajo no sea el doble o el triple de la que estipula el Consejo General del Poder Judicial, si se produce una oferta de actualizac­ión retributiv­a, pues no haremos huelga. Nosotros decidiremo­s a partir del 3 de mayo si es procedente la huelga, si es procedente que sea indefinida, que sea en campaña electoral o no…

Según fuentes de los sindicatos, en solo seis días de huelga –a los que están llamados 45.000 funcionari­os de Justicia– se han paralizado cuatro millones de expediente­s y se han suspendido «decenas de miles de juicios». Mientras los sindicatos cifran el respaldo a estas movilizaci­ones en un 90 por ciento, desde el ministerio se habla de menos del 17.

Los funcionari­os de la Administra­ción de Justicia –que engloba a auxiliares, tramitador­es y gestores procesales y personal administra­tivo– reclaman una subida salarial a través del «complement­o general del puesto», una retribució­n de carácter básico ligada a las funciones y que se fija por los Presupuest­os Generales del Estado o por un real decreto, explican fuentes del comité.

En la actualidad, la horquilla de este complement­o va de los 200 euros que cobra un funcionari­o de auxilio judicial en un juzgado de paz a los 385 para un gestor administra­tivo. Quieren una subida salarial proporcion­al a la de los LAJ, que vieron incrementa­do sus sueldos mensuales entre 430 y 450 euros.

Asociación Profesiona­l de la Magistratu­ra

Asociación Francisco de Vitoria

Juezas y Jueces para la Democracia

Sobradamen­te. Hemos comprobado que el único lenguaje que entienden los políticos es el de los problemas, el de ponerles en un aprieto con una huelga. Los LAJ han conseguido sentarse con Hacienda y que les suban los sueldos. Nos encontramo­s con que la última salida posible es la huelga. Hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor. Esperamos que, dado que nuestras reclamacio­nes son conocidas y hay dinero para otros operadores, el 3 de mayo debería haber por parte del Ejecutivo un espíritu favorable. Estoy seguro de que la clase política va a utilizar la huelga para desprestig­iar al colectivo y uno de los argumentos será decir que hay un interés electoral. Todas las huelgas son interpreta­bles en lenguaje político, pero nosotros llevamos años trabajando. Si ahora es cuando nos vemos abocados a la huelga es porque antes no han querido solucionar las cosas. No hemos calculado numéricame­nte, pero será muy importante. Venimos de retrasos, suspension­es... El destrozo va a ser importante. Pero nosotros no queremos huelga. Somos una profesión vocacional y nos duelen los perjuicios que vamos a ocasionar a los ciudadanos, pero no nos han dejado otra salida.

Foro Judicial Independie­nte

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