Dos reyes frente a frente
▶ Madrid y Obradovic, máximos emblemas de la Euroliga, se miden hoy en playoffs
PLAYOFFS DE LA EUROLIGA
La Euroliga más igualada de la historia, cuyos playoffs no se definieron hasta la última jornada de la liga regular, vuelve hoy con los primeros partidos de cuartos de final. Duelos apasionantes entre los que destaca el que protagonizarán Real Madrid y Partizan de Obradovic. El club más laureado de Europa contra la leyenda del entrenador con más títulos. Dos reyes frente a frente con un puesto para la Final Four en juego.
Aunque parece estar siempre enfadado, Zelkjo Obradovic es un tipo afable cuando no está cerca de una pista de baloncesto. Toda esa tensión que acumula en el banquillo se convierte en tranquilidad en el día a día. Un enamorado de la canasta que ha sabido llevar a lo más alto a casi todos los equipos que ha dirigido –solo el Treviso se quedó sin levantar la Copa de Europa–. Zelkjo fue campeón continental con el Joventut, el Real Madrid, el Panathinaikos (5), el Fenerbahçe y el Partizan, banquillo en el que comenzó a mostrar su talento como entrenador y al que volvió hace un año y medio con la intención de alargar su leyenda. El más difícil todavía.
Fue a principios de los 90 cuando Obradovic comenzó a construir su leyenda. De un día para otro, colgó las botas y se puso al frente del banquillo de su propio equipo. Solo un genio como él podía ser capaz de convertir esa transición en alegría mayúscula. Campeón de Europa a las primeras de cambio. Aquella historia de amor entre Zelkjo y el Partizan quedó en suspenso durante mucho tiempo. Tres décadas en las que el técnico serbio se sentó en algunos de los mejores banquillos del continente y en las que no paró de ganar. Hasta nueve títulos adornan un palmarés que inauguró en 1992 en el Partizan. De hecho, si Obradovic fuese un club europeo, sería el segundo que más veces habría ganado la máxima competición continental.
Un equipo de autor que desafía desde hoy al Real Madrid y que está lejos de los grandes presupuestos europeos, pero que se ha convertido por derecho propio en uno de los aspirantes al título. Cincelado por la mano de Obradovic e impulsado por una grada en
Eliminatorias de cuartos de final al mejor de 5 partidos. Del 25 de abril al 10 de mayo
Balance eleminatoria
Mañana 20.45h
Olympiacos
Fenerbahçe
Hoy 20.15h
Mónaco
Maccabi fervorecida, los serbios vuelven a los playoffs de la Euroliga nueve años después y lo hacen con un equipo equilibrado y pleno de talento en el que nadie destaca por encima de los demás. Una máquina bien engrasada por el técnico, que tras dos temporadas modelando el equipo está cerca de haber encontrado la mejor versión.
Es el Partizan un conjunto alegre, el tercer mejor ataque de la Euroliga, un grupo al que le gusta anotar desde lejos, correr la pista, jugar a muchas posesiones y forzar muchos tiros libres. Un reto para la irregularidad del Real Madrid, que ha cuajado una temporada de altibajos, a ratos ejecutor de un contundente baloncesto y en otros un gigante con dificultad para sacar adelante los partidos. Aunque desde el seno del club blanco piensan que la eliminatoria ante los balcánicos les llega en el mejor momento, con las piezas bien acopladas y con la ambición desbordada. «Nunca hubo dudas internas, entendimos desde el principio que necesitaríamos un tiempo de adaptación con tantos jugadores nuevos y creo que llegamos a esta eliminatoria en el mejor momento de forma de la temporada», aseguró ayer Mario Hezonja en rueda de prensa, con el pecho henchido y excitado el croata por volver a jugar unos playoffs de la Euroliga, los primeros desde 2015, cuando militaba en las filas del Barcelona. «Yo seguro que no», aseguró el alero cuando le preguntaron por quién tenía más presión en la eliminatoria, si el Madrid o el Partizan.
Reencuentro tras 17 años
Mucho más reflexivo y taimado se mostró Chus Mateo, quien también debuta en unas eliminatorias europeas como entrenador jefe. Serio y dilatada en sus respuestas, el plan del madrileño pasa por el partido a partido y por aprovechar la ventaja de campo antes de viajar a la angustiosa Belgrado, ciudad donde el baloncesto adquiere tintes bélicos (los blancos sufrieron allí la derrota más abultada del curso en marzo, 104-90) . «Una eliminatoria es como una partida de ajedrez, se trata de lo que enseñas al rival y de lo que él te muestra a ti. Dos partidos en menos de 48 horas de diferencia pueden ser totalmente distintos. Lo que da vértigo es pensar más allá del partido de mañana (por hoy). Y ahora estamos en Madrid», esgrimió el técnico.
Más allá de la actual eliminatoria, a Mateo y Obradovic les une el pasado en clave blanca. El serbio era entrenador del Madrid en 1995, año en el que el español llegó a la entidad para ocuparse de las categorías inferiores. «Es un fenómeno, un fuera de serie. Cuando yo llegué él ya estaba ganando copas de Europa para el Madrid. Es un referente para todos aquellos que queremos llegar a ser buenos entrenadores», rememoró Mateo, un aprendiz convertido en maestro y que tendrá que enfrentarse al rey de Obradovic por un puesto en la Final Four.