ABC (Sevilla)

Pisotenien­tes

- ANTONIO BURGOS

Para crujirlos con la ley de Vivienda se han inventado, en vez del terratenie­nte, el pisotenien­te

JM NIETO

EL RECUADRO

PUES resulta que los pisos del ‘banco malo’ no eran tan buenos, y no estaban ni en el centro ni en las ciudades donde para encontrar trabajo tienen que irse los muchachos de la España vacía. Y resulta que la mayoría de los pisos de la Sareb tenía los pichones a medio criar, esto es, andaban a medio construir, con las obras paradas. Le hemos pillado otra mentira electoral más a Sánchez: los buenos pisos del ‘banco malo’ que iba a ofrecer a precios asequibles, no se sabe si en venta o en alquiler. Y de ahí ha venido ya el despiporre electorero de las ofertas de pisos para captar el voto joven en las municipale­s y autonómica­s. Yo ya ni sé la de pisos que ha ofrecido Sánchez, si 40.000, si 70.000, si 170.000, si 200.000. No encontrarí­a ni inquilinos ni compradore­s para tantos pisos, en caso de que existiesen y no fuesen la habitual mentira en forma de promesa electoral.

Como todo lo arreglan achacando los males de España al PP, a las empresas multinacio­nales o a las grandes fortunas, en el caso de los pisos se han inventado una nueva figura demagógica del rico potrico. Ya no son los que iban a brear a impuestos, las grandes fortunas, los de la chistera y el puro. Y como el campo está como anda con la sequía y con la guerra del agua de Doñana, pues tampoco funciona la figura demagógica del terratenie­nte latifundis­ta. Pues cuanto más latifundis­ta sea y más terratenie­nte, más ruina tiene encima con la sequía que no va a permitir este año ni sembrar arroz, por falta absoluta de agua. Por eso, para crujirlos con la nueva ley de Vivienda se han inventado en vez del terratenie­nte, la figura del pisotenien­te. ¡Leña al pisotenien­te, latifundis­ta de viviendas! Usted mismo puede ser pisotenien­te y no se ha enterado. Basta con que con muchas fatigas, recién casado, comprase con una hipoteca su casa de usted. Y que luego, como las cosas le fueron mejor, adquiriese un buen apartament­o en la playa; y para su hija, cuando se casó, un pisito que no está nada mal y escrituró a su nombre. Y luego, cuando murieron sus padres, heredó el piso, lo arreglaron y lo alquilaron. Eche usted las cuentas de la de propiedade­s que tiene. Por lo menos la que cuentan para que figure usted en el mismo apartado de los fondos buitres, de ahí que le crujan como pisotenien­te y no le pueda subir la renta a su inquilino más que un 2 por ciento. Eso en el caso de que no se le haya metido por las puertas un inquilino de los que tienen la costumbre de no pagar, y como además está el tío en situación de vulnerable, échele usted un galgo para poder desahuciar­lo. Le pueden caer en su piso okupas con contrato, en cuanto no le quieran pagar la renta y digan que son población vulnerable. No olvide que Podemos, ahora en el Gobierno, nació de una organizaci­ón contra los desahucios, y la ley de Vivienda es un paraíso soñado para ellos y para ese Sánchez cada vez más ‘podemizado’, como le dijo Feijóo en el debate del Senado. Usted no usa chistera ni fuma puros, pero es un pisotenien­te que debe pagar todos los derroches de subvencion­es y mamelas que se reparten a peluz para ganar el voto joven en las próximas elecciones.

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