Joaquín Romero Murube y el cambio de recinto ferial
Este año hace medio siglo que nuestra feria se trasladó al barrio de Los Remedios ( 19732023), donde se estableció en un gran predio ubicado a las afueras del núcleo urbano, tras las gestiones culminadas por el alcalde don Juan Fernández Rodríguez García del Busto, con las que se puso fin a varias décadas continuadas de intentos frustrados de cambio. Aquella mudanza permitió darle un mayor desahogo a la instalación de casetas, así como al conjunto de puestos y atracciones feriales, al tiempo que supuso un gran aprovechamiento urbano para la ciudad al liberar los terrenos del Prado de San Sebastián.
Pero realmente, el desplazamiento al nuevo entorno geográfico comenzó a gestarse casi con tres décadas de antelación, y tuvo en la figura del escritor de Los Palacios, Joaquín Romero Murube, a uno de sus principales partidarios e ideólogos.
Otro alcalde, don Félix Moreno de la Cova, había promovido en 1967 la compra de una gran franja de terreno para la adecuación del nuevo Real por haberse perdido casi la mitad de los 550.000 m2 inicialmente adquiridos por el Ayuntamiento en 1945, después de que la corporación municipal presidida por don Miguel Ybarra y Lasso de la Vega aprobase, en plena posguerra (1941), tramitar la compra del parcelario y redactar el anteproyecto de instalación de un nuevo recinto ferial en Los Remedios. Cuando a la conclusión de la Guerra Civil se reanudó la celebración de la feria en 1940, intelectuales del momento como Santiago Montoto o el mismísimo Joaquín Romero Murube comenzaron a reivindicar el reemplazamiento por considerar el viejo recinto del Prado incapaz de albergar la celebración de los festejos populares de una ciudad que no debía perder la esencia de sus tradiciones, con el fin de ofrecer a los ojos del visitante toda la grandeza de la Sevilla histórica, monumental y artística que venía manteniendo desde siglos pasados como capital de Andalucía.
El escritor y conservador del Alcázar Joaquín Romero Murube que, en los albores de aquella década ejercía además como Teniente de alcalde del Ayuntamiento y concejal delegado de Fiestas, proporcionó valiosas ideas a don Juan Talavera en base a las que el genial arquitecto sevillano cumplimentó el planeamiento técnico de un asombroso conjunto periurbano, apto para la articulación de una feria deslumbrante, dotada de espacios de esparcimiento, similar a otras de grandes ciudades europeas. Durante sus años como edil, Joaquín Romero Murube añoró que la inauguración del nuevo recinto ferial de Los Remedios, ya terminado, pudiera haberse abierto en 1947, por cumplirse la importante efeméride del centenario fundacional de la Feria de Abril, constituida a instancias de los concejales don José María Ybarra y Narciso Bonaplata en 1847.
Parque ferial
Recién terminada la del año 1942, el delegado de Ferias y Festejos Joaquín Romero Murube protagoniza en las páginas de este periódico un amplio reportaje, realizado por Antonio de los Santos Cutiño «Santiño», el viernes 1 de mayo, en el que anunciaba las modernidades que le aguardaban a la Feria de Abril con el cambio a Los Remedios, cuyo nuevo espacio acogería uno de los planes del Ayuntamiento de Sevilla más prometedores. Romero Murube llevaba dos años en el cargo y ya tenía bien avanzado este trabajo del traslado. Un reportaje a doble página, en el que hace unas interesantísimas declaraciones junto al autor del proyecto, el acreditado arquitecto don Juan Talavera. Explicaron que tenían confeccionados planos, e incluso hasta maquetas, que avalaban la idoneidad de Los Remedios, después de que nuevas construcciones le hubiesen restado espacio al recinto del Prado.
La entrevista se produjo en el mismo Alcázar, donde Joaquín Romero Murube trabajaba y vivía como conservador. Don Joaquín en pleno interviú cogió del brazo al reportero y lo condujo hasta el lugar donde se hallaba trabajando el señor Talavera, dentro del monumental edificio. Ultimaba toda la planimetría de la futura feria. Había concebido un recinto semicircular con una gran plaza central, de mayor extensión incluso que la de España inaugurada en 1929, desde la que partían seis avenidas semicirculares con cinco portadas de entrada, subdivididas en distintos grupos. En la nueva feria, la avenida de la República Argentina desempeñaría una funcionalidad parecida a la prestada por la calle San Fernando con respecto al Prado de San Sebastián, como gran vía de entrada. Las casetas, agrupadas en cuatro sectores, estarían instaladas en el exterior de unos pabellones que acogerían en su interior la celebración de exposiciones y concursos de ganados, atendiendo al precepto de feria como evento festivo en el que convive el campo con la gran ciudad.
Varias décadas antes del traslado, fue capaz de vislumbrar en Los Remedios la nueva sede de la Feria de Abril, cuando fue gestor municipal entre los años 1940 y 1943