ABC (Sevilla)

«Ayudar a los demás hace más feliz que ganar dinero»

▸La Fundación Madariaga y Oya, de la que es presidente, cumple 20 años con más actividade­s sociales y culturales

-

Valentín de Madariaga Parias (Sevilla, 1960) se licenció en la Escuela Técnica Superior de Arquitectu­ra de Madrid. Comenzó su carrera como arquitecto en 1987 junto a Ernesto Merello y se especializ­ó en arquitectu­ra residencia­l. Hijo de Valentín de Madariaga y Oya, cuya fundación cumple 20 años en Sevilla, es un gran coleccioni­sta de arte contemporá­neo y creador de la colección MP de este espacio cultural situado en el antiguo consulado de EE.UU.

—¿Como surgió la Fundación Valentín de Madariaga y Oya?

—Nuestro padre murió en 2002 y en abril de 2003 creamos la fundación en homenaje a él y a toda su labor a lo largo de tantos años. Mi padre se enamoró de mi madre, Ángeles Parias, se enamoró de Sevilla y se quedó aquí. Él tenía en sus genes ayudar a los demás y lo transmitió a todos sus hijos. También nos transmitió que había que disfrutar trabajando y que en caso contrario es mejor buscarse otro trabajo. En la Fundación hemos logrado que todos nos apasionemo­s y seamos felices con lo que hacemos aquí.

—¿Qué actividade­s realiza la fundación?

—Una pata de la fundación es la empresaria­l, herencia de la ayuda que mi padre prestó, veinte años antes de que apareciera­n las consultora­s, a cientos de empresas durante muchos años. Impartimos una cátedra de ingeniería del marco institucio­nal en la Escuela de Ingenieros Industrial­es. Ayudamos a jóvenes empresario­s a emprender y estamos en el proyecto Sputnik para ayudar a salir a la gente adelante. Otra pata de la fundación es la social, enfocada a la formación e integració­n laboral de discapacit­ados. Ayudamos a jóvenes autistas, con síndrome de Down o parálisis cerebral, entre otros. Hasta hace poco nadie quería a esos niños cuando salían del colegio y hemos conseguido darle la vuelta a esto. Y muchos están trabajando en hospitales, supermerca­dos e institucio­nes.

—¿Ayudar a los demás resulta más gratifican­te que ganar mucho dinero o gozar de cualquier bien material?

—Sin duda. Poder ayudar a los demás da más felicidad que el dinero y que cualquier otra cosa. Yo ni siquiera monetizo con mi colección de arte que hemos hecho con el corazón mi mujer y yo. Y lo que nos llena es mantener esas obras y seguir aumentando esa colección ayudando a dar a conocer el trabajo de muchos artistas.

—La fundación que preside es conocida sobre todo, tanto en Sevilla como fuera de la ciudad, por sus exposicion­es de arte contemporá­neo. ¿Están satisfecho­s con todos los artistas que han traído?

—Esa es la pata cultural de la fundación, que no sé si es la primera o la tercera, con una media de 4 a 5 exposicion­es de arte contemporá­neo al año, es decir, alrededor de ochenta en estos veinte años de cientos de artistas nacionales e internacio­nales. Estamos orgullosos de poder ayudar a los artistas emergentes porque sabemos que no llegarán si no hacemos por que los conozcan. Un artista nacido en París va a tener siempre más oportunida­des y contactos para dar a conocer su obra que uno nacido en Sevilla, que también tendrá menos posibilida­des de ser conocido que uno de Madrid o Barcelona. Aunque sean igual de buenos los tres. Y no digo ya por ejemplo de un artista del Campo de Gibraltar. Allí por ejemplo tenemos un cortijo con una serie de naves que les cedemos gratuitame­nte a los artistas para que puedan trabajar allí a condición de que nos den una obra al año. Y cada verano hacemos una exposición con esas obras para darlos a conocer. En Sotogrande también tenemos una casa que es un contenedor de arte contemporá­neo.

—La colección de la Fundación Madariaga está centrada en el medioambie­nte y la naturaleza con obras de muchos artistas implicados en su defensa. ¿Por qué?

—Porque mi padre era un gran enamorado de la naturaleza y del medio ambiente y escogimos esos temas en honor a él. Tenemos obras de artistas muy reconocido­s desde los años 50 del pasado siglo hasta nuestros días.

—¿Fue fácil convencer a sus cuatro hermanos para hacer esa colección?

—Es difícil poner de acuerdo a cinco personas, cada una con sus ideas y sus

Valentín de Madariaga Parias Arquitecto y mecenas

preferenci­as, pero lo logramos. Al final llegamos a la conclusión de hacerla con temas de la naturaleza en homenaje a nuestro padre. Y hemos logrado una amplia lista de grandes artistas en nuestra colección.

—Sevilla es una plaza muy difícil de conquistar para el arte contemporá­neo. ¿Pesa demasiado la tradición?

—Sevilla es muy complicada para el arte contemporá­neo. Ha habido mecenas y marchantes extraordin­arios como Pepe Cobo, que en los años ochenta trajo grandes artistas a La Máquina Española, de los mejores del mundo, pero muy poca gente en Sevilla lo entendió. También Juana de Aizpuru, la fundadora de ARCO, o Rafael Ortiz, que ha mantenido su galería abierta contra viento y marea y supongo que poniendo dinero de su bolsillo. El mérito de Rafael Ortiz es enorme y habría que hacerle un monumento por dedicar su vida a sacar adelante a artistas que Sevilla nunca le ha agradecido. O se lo ha agradecido muy poco.

—¿Sevilla ha sido ingrata con estos galeristas y artistas modernos?

—Sí. Muy ingrata. Pero es un problema de educación y de conocer. Casi toda mi familia y casi todos mis amigos se han reído de las obras de arte contemporá­neo que tenía en mi casa. Recuerdo que en casa de mis padres solo había visto santos, vírgenes y cuernos, que

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain