El PP busca rentabilizar el ‘efecto Feijóo’ en Galicia para recuperar poder local
▸Los socialistas esperan resistir el desgaste de la marca para aguantar las ciudades y diputaciones que gestionan con los nacionalistas El PP necesita gobiernos
En la escalera política de las próximas municipales, Galicia parece ir a la inversa que el resto de España. Si en el conjunto de la nación el PP examina el ‘efecto Feijóo’ en ciudades, municipios y comunidades autónomas, el finisterre galaico se enfrenta a lo contrario, a las primeras elecciones en catorce años sin el presidente de las cuatro mayorías absolutas al frente de la Xunta. Quien parece jugarse más este 28M no es el líder nacional del PP sino su sucesor en el gobierno galle
En número de concejales
Mayoría absoluta, 14 9
PP 1
CS
PSOE go, Alfonso Rueda, en su primera campaña como mandatario regional.
El escenario electoral de las municipales en Galicia está repleto de paradojas. La más evidente tiene que ver con el propio Feijóo: el incontestable ganador de autonómicas no obtuvo nunca unos resultados abrumadores en municipales, con la excepción de aquel 2011 en el que la ola de desencanto contra el PSOE de Zapatero le brindó el gobierno de las tres ciudades de la provincia de La Coruña –Santiago, Ferrol y la propia urbe herculina–. Un espejismo que duró apenas cuatro años.
Hay una lectura a la inversa. Mientras los analistas plantean como requisito que el PP de Feijóo obtenga más poder territorial para poder afrontar con garantías su asalto a La Moncloa a finales de año, la ausencia del mismo en Galicia nunca le privó de amplias mayorías en la Xunta. No iba a ser Galicia una excepción solo por que llueva (mucho) mientras España se seca.
En la Galicia de hoy, el PP no gobierna en ninguna de las siete principales ciudades. Fue primera fuerza en tres –por muy poco en La Coruña, de manera holgada en Ferrol y Lugo– pero
Su punto de partida es pobre, dado que no gestiona ninguna de las siete ciudades y solo una diputación de cuatro. Va a ser primera fuerza en al menos cinco urbes (Lugo, Ferrol, Santiago, La Coruña y Orense), pero deberá traducirlo en mayorías absolutas. quedó lejos de poder fraguar mayorías. Solo ostenta una Diputación provincial –Orense–, y gracias a un diabólico acuerdo con el populista Gonzalo Pérez Jácome, al que otorgó la alcaldía de la capital orensana a pesar de ser la tercera fuerza. El PSOE gestiona en minoría Santiago, Ferrol y La Coruña; Lugo, en coalición con el BNG; y en Pontevedra son el aliado del nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores. Y luego está Vigo.
Apuestas populares
El punto de partida es tan pobre para el PP de Rueda que cualquier conquista será una buena noticia, pero todo pasa, en efecto, por traducir la victoria en las urnas en un gobierno municipal. Las expectativas populares están puestas principalmente en dos ciudades y una diputación. Se ven capaces de recuperar Ferrol, donde llevan dos elecciones quedándose a unas decenas de votos de la mayoría absoluta. La ciudad arrastra una maldición que la hace cambiar de alcalde cada cuatro años, indefectiblemente. Compiten en esta ocasión sus tres últimos, el actual Ángel Mato (PSOE), el anterior Jorge Suárez –antaño socio de Yolanda Díaz, hoy olvidado por la vicepresidenta– y el único que pudo gobernar con una absoluta, el popular José Manuel Rey Varela.
La otra gran apuesta del PP es Lugo. La socialista Lara Méndez acumula dos mandatos pero no acaba de consoli
Previsiblemente mantendrá Pontevedra, donde gobierna desde hace 24 años. En el resto, espera poder sumar con el PSOE, experimentando una subida en ciudades como Santiago o La Coruña. darse. Elena Candia es la candidata conservadora, y las encuestas la están situando a un paso de la absoluta, tras absorber la inmensa mayoría del voto de Ciudadanos, un partido que tenía en Lugo uno de sus bastiones con dos concejales. Va a desaparecer en toda Galicia. Se prevé un recuento en ‘fotofinish’, también en la Diputación, históricamente vinculada al PP pero que está en manos socialistas desde 2007.
El PSOE, a resistir
Los socialistas se la juegan en dos ciudades donde, contra todo pronóstico, sus gobiernos locales no van a rentabilizar su gestión: La Coruña y Santiago de Compostela. A pesar de los constantes guiños del Gobierno de España a la capital coruñesa, la regidora Inés Rey no despega, mientras que el popular Miguel Lorenzo sube de manera notable. Peor es el caso compostelano, donde el alcalde Xosé Sánchez Bugallo retrocede, víctima del desgaste de su proyecto. El PP apuesta por un rostro joven, Borja Verea, que suscitó dudas en un comienzo pero que lleva meses encadenando subidas en los sondeos.
Los conservadores saben de lo difícil del reto, pero confían en que el viento de cola de la política nacional dé el empujón definitivo. Y si la subida es de las dimensiones necesarias, podría caer en el zurrón incluso la Diputación, que preside el líder de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso. El PSdeG no lo contempla.
Esta es otra variable a considerar. El PSOE gallego acude a las municipa