1.300 millones para FP: otra medida del Gobierno en un mitin de partido
Los socios tumban la reforma de la ‘mordaza’
ERC y EH Bildu tampoco apoyaron a PSOE y Unidas Podemos en la reforma de la llamada ‘ley mordaza’, una de las principales promesas de la coalición. Pero en esta ocasión con más acierto, pues la hicieron caer.
El próximo Consejo de Ministros aprobará la próxima semana una nueva partida de 1.300 millones de euros para Formación Profesional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo anunció ayer durante un acto de precampaña del PSOE en Pamplona. Al igual que hiciese con el primer anuncio de vivienda, Sánchez
esa ley, el miércoles en el Senado, supuso otro alivio para el presidente.
Entre las reformas prometidas por la coalición y no llevadas a cabo destaca la de la Ley de Seguridad Ciudadana del Gobierno Rajoy, tildada por la izquierda de ‘ley mordaza’, en la que PSOE y Unidas Podemos, en esta ocasión sí de la mano, no lograron el apoyo de ERC y EH Bildu. Eso ocurrió el pasado marzo, pero para entonces Sánchez ya descontaba que no habría acuerdo ante las pretensiones de los independentistas catalanes y vascos sobre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y por eso precisamente el presidente centró sus esfuerzos en que ese entendimiento sí fuese posible en vivienda, una norma muy importante de cara a la cita con las urnas del próximo 28 de mayo, en autonomías y ciudades, allí donde se refleja más en primera persona el problema de acceso a la compra y el alquiler.
Para Sánchez quedan atrás los momentos más difíciles de su mandato. Entre los que igualmente cabe inscribir vuelve a hacer un anuncio gubernamental en un acto de partido. Según explican desde el PSOE el fin de esta nueva partida será la creación de 45.000 nuevas plazas de Formación Profesional bilingüe. Además de 824 nuevos centros de capacitación digital y más de 1.500 aulas de tecnología aplicada y emprendimiento.
la pandemia, que también le dio quebraderos de cabeza en el legislativo. Los estados de alarma con los que se pretendió amparar los confinamientos –y que terminarían siendo tumbados por el Tribunal Constitucional (TC)– no fueron fáciles de sacar adelante. Cuando grupos como ERC dejaron de apoyarlos, casi a la vez que los dos principales partidos de la oposición, PP y Vox, hubo que recurrir a la geometría variable y al voto de Ciudadanos (CS), como luego en la reforma laboral.
La producción legislativa hasta que se disuelvan las Cortes en otoño ya no responderá a los compromisos adquiridos con los socios. Esperan su turno leyes como la de secretos oficiales, impulsada por el PNV, ahora más separado que nunca del Gobierno, o la de proxenetismo, presentada en solitario por el PSOE para cumplir con el ambicioso objetivo de abolir la prostitución. Pero no forman parte de la hoja de ruta principal de una coalición que llega al final de su camino.