El Papa abraza a cientos de refugiados en la Hungría de Victor Orbán
▸ En su segundo día de viaje evangélico, el Pontífice agradece al país la acogida a los ucranianos
ha sido cumplido efectivamente por la LORE [ley de Eutanasia] que, además, recuerda que el artículo 5 ostenta carácter orgánico, dado que establece los requisitos exigibles para ejercitar el derecho, al establecer los elementos esenciales necesarios para ello». Por lo tanto, «una comunidad autónoma no puede adicionar otros requisitos no previstos en la normativa orgánica a través de una mera ley ordinaria».
Por último, se advierte de la «quiebra de la seguridad jurídica» al establecerse, insisten, diferentes requisitos para pedir la prestación de ayuda para morir, según se mire la ley orgánica de la Eutanasia o la ley de Madrid. El Ministerio de Política Territorial dirigido por la también portavoz Isabel Rodríguez ha hecho este documento que va a Consejo de Ministros tomando como referencia un informe propio y otro realizado por el Ministerio de Justicia. Así lo describe el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno que apoya de forma unánime en su dictamen este acuerdo que se quiere llevar a la Moncloa para su aprobación. «Existen fundamentos jurídicos suficientes para interponer recurso de inconstitucionalidad contra la disposición adicional segunda de la ley de la Comunidad de Madrid», concluye el órgano consultivo.
Ayer, en su segundo día de viaje evangélico a Hungría, el Papa fue obsequiado con un Cubo de Rubik, el famoso rompecabezas de colores diseñado en Budapest por el arquitecto húngaro Ern Rubik. El que le entregaron estaba ya resuelto, pero evocaba el rompecabezas que tuvo que afrontar el Pontífice en una frenética jornada, en la que abordó con fuertes gestos y suaves palabras la guerra en Europa y la crisis migratoria.
Al mediodía, el Papa se reunió por sorpresa en la Nunciatura con el exministro de Exteriores del Patriarcado ortodoxo de Moscú, el metropolita Hilarión. En junio, el patriarca Kirill lo destituyó aparentemente por no apoyar la invasión de Ucrania con suficiente entusiasmo y lo destinó a Budapest como metropolita de Hungría. Paradójicamente, la distancia de Rusia lo podría reforzar como futuro candidato cuando sea necesario un relevo en el Patriarcado. El Vaticano dijo sólo que la conversación duró 20 minutos y fue «cordial». Hilarión aseguró evasivo que «le habló de las actividades en su diócesis y de la colaboración con representantes de la Iglesia católica en Hungría». Además, le regaló los cuatro volúmenes de su libro sobre la vida de Jesús. La reunión puso punto final a una maratoniana mañana para el Papa Francisco, de 86 años. A primera hora se desplazó a una escuela para niños y jóvenes invidentes. «Gracias por vuestros cantos, por vuestros gestos, por vuestros ojos», les saludó emocionado Francisco.
Reunión con 600 personas
A continuación, se trasladó a uno de los distritos más pobres de Pest, para una visita-mensaje a las autoridades del país: la reunión con 600 personas, voluntarios y refugiados que viven en Hungría. Asistieron ucranianos que han escapado de la invasión rusa, pero también afganos o pakistaníes que entraron hace años por la frontera con Serbia, a través de la ruta balcánica. Tras la crisis de refugiados de 2015, cuando llegaron a Hungría unos 400.00 emigrantes irregulares –la mayoría para continuar el viaje hacia otros países de la UE–, Orbán reforzó las alambradas pero sobre todo complicó el procedimiento de asilo. Como resultado, en 2022 sólo 44 personas han podido seguir esta burocracia, y de ellos sólo fueron concedidos cuatro permisos.
Por otro lado, en ese mismo periodo, las patrullas fronterizas expulsaron inmediatamente a Serbia a unas 158.000 personas que intentaban entrar en el país saltando las alambradas o cruzando el río. La tendencia se mantiene este año, pues ya han expulsado a otras 15.000 personas. La mayoría eran de Siria o Afganistán, pero también de Turquía y Paquistán. Por contra, Hungría ha sido muy generosa con Ucrania. Desde que comenzó la invasión, entre 2,8 y 4 millones de personas han escapado de la guerra pasando por este país, y de ellos, unos 35.000 han solicitado y recibido un permiso especial de residencia.
Ante este panorama, el hecho de que el Papa se reuniera con refugiados es ya un mensaje por sí solo. En Budapest, el Pontífice prefirió subrayar lo positivo y dar las gracias a Hungría y a las instituciones católicas del país «por la generosidad y el entusiasmo con que han acogido a muchos refugiados ucranianos». Les advirtió de que la ayuda a pobres y necesitados hace posible «que la fe que profesamos no sea prisionera de un culto alejado de la vida». Por la tarde el Papa estuvo con 12.000 jóvenes en un espectacular palacio de deportes y les invitó a «apuntar alto». «No os quedéis pegados al móvil y a las redes sociales. La vida es real, no virtual; no sucede en una pantalla, sino en el mundo», les advirtió.
Francisco se despedirá hoy de Hungría con una misa en la plaza del Parlamento, el lugar en el que los tanques soviéticos reprimieron las protestas de 1956, y con un encuentro con intelectuales en una universidad de la capital.
Advierte a los jóvenes: «No os quedéis pegados al móvil y a las redes sociales. La vida es real, no virtual»