Alonso y Sainz se enzarzan

▸ Los españoles se atacan por un leve incidente que tenía como premio un punto

FÓRMULA 1 - GRAN PREMIO DE AZERBAIYÁN

El vértigo del fin de semana en Bakú decreta mal humor y estrés al finalizar la carrera al esprint, mini-prueba de 100 kilómetros y 17 vueltas que reparte puntos válidos para el Mundial. Depara una sesión de estrés y fricciones (Verstappen se encaró con Russell) que alcanzan lo imprevisto. Llega a dos amigos, Fernando Alonso y Carlos Sainz, que en su momento fueron otra cosa. El ídolo de Sainz siempre fue el asturiano, por él se dedica a esta profesión de riesgo como piloto de Fórmula 1.

Esto comentó Fernando Alonso en Dazn: «Espero que podamos ganar una plaza y ser quintos, porque Carlos me ha llevado contra el muro en la curva 2, ha sido sorprendente, a ver si pueden hacer algo y ganamos esa posición». Y respondió Carlos Sainz: «Ha sido una buena batalla, me estaba defendiendo de Hamilton, me ha sorprendido un poco que llegara Fernando y he hecho lo que podía, me he tratado de hacer lo más ancho posible en pista. Es lo que hay».

Detrás de estas declaraciones podría estar lo sucedido en Australia. Allí Sainz sacó de la pista a Alonso en la última salida tras la bandera roja y este no hizo sangre. Le echó un capote al no añadir polémica a la situación, mientras Sainz pedía que le permitieran hablar con los comisarios porque no entendía la sanción que le dejó sin puntos.

Bakú no será el primer incidente entre Sainz y Alonso porque, ahora sí, ambos pilotos españoles están luchando por lo mismos objetivos, a la caza de los Red Bull. En la acción referida, Sainz y luego Alonso adelantan a Hamilton, y el asturiano con más tracción y en apariencia velocidad intenta sobrepasar al madrileño por la izquierda al llegar a la curva 2. Sainz lo ve venir y desvía su trayectoria normal y bloquea al de Aston Martin, que debe levantar el pie del acelerador para no comerse a su rival.

Alonso no estaba por delante ni emparejado, pero Sainz desvía el Ferrari fuera de la trazada normal para taponar al asturiano. Como mínimo, para alzar la voz por la maniobra. La FIA no consideró que hubiese infracción y no investigó la acción.

No fue la única situación espinosa. «No me has dejado espacio, así es fácil golpearme», le soltó el siempre iracundo Max Verstappen a George Russell, envueltos ambos en un incidente de carrera en la salida. «Espera lo mismo la próxima vez», le añade en la cara. Y luego cuando el británico de Mercedes se marcha del lugar, añade. «Gilipollas». «No me voy a contener porque él esté liderando el campeonato», razona más tarde el compañero de Hamilton.

Cuarenta minutos después, la victoria corresponde a ‘Checo’ Pérez, especialista en circuitos urbanos: 8 puntos para él. Carlos Sainz suma cuatro, quinto clasificado, y Fernando Alonso, tres, al acabar sexto.

La salida decreta el éxito de un formato excitante. Acción, nervios y astucia se dan la mano para ordenar el pelotón. Se rozan Verstappen y Russell, avanza Sainz en una gran puesta de largo, adelanta Alonso...

Todo parece en orden hasta que Yuki Tsunoda, el irreverente japonés, pierde una rueda de su AlphaTauri. El neumático corre libre y solo por la pista, sin cruzarse con muros o coches, como una gacela. Tsunoda circula a tres ruedas, la cuarta se para en medio del trazado. 7 8 8

Parrilla

MON

Ferrari

Hay coche de seguridad, más acción, más diversión... La gente quiere ver carreras, entretenimiento. La F1 no es una ciencia exacta, un jeroglífico de ingenieros en el que dos y dos siempre suman cuatro. Esa incertidumbre genera atención de los aficionados y evita la sensación común de un deporte en el que ‘nunca pasa nada’, más allá de la evidencia de la salida.

Pérez se asienta en el primer puesto, al adelantar con el DRS (el alerón trasero abierto para ganar velocidad) a Leclerc. El monegasco sigue con la pole para hoy, pero en la mini-carrera pierde un punto.

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