El doble crimen de Dos Hermanas se cierra con una pena de 38 años
▸ La acusada, de origen brasileño, atropelló y degolló de forma «brutal» a sus vecinos
El doble crimen ocurrido en julio de 2020 en Dos Hermanas y en el que fue asesinado un matrimonio ya tiene sentencia. La Audiencia de Sevilla ha condenado a 38 años de cárcel a Joyce G.G.S., la mujer de origen brasileño acusada de asesinar a sus vecinos, a los que primero atropelló con su coche, después agredió con un ladrillo para terminar asestándoles varias puñaladas, hasta terminar su ataque degollándolos. Todo ello con una «brutalidad desmedida», según el tribunal.
Tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular, la Audiencia, en una sentencia facilitada por la oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, condena a la acusada a 21 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento cometido sobre Manuel y a 17 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía en relación a Cristina, concurriendo en ambos casos la atenuante de confesión, pues cuando llegaron los agentes al lugar de los hechos en la calle Padre Fernando Trejo de Dos Hermanas la acusada confesó los crímenes.
En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con 230.000 euros a los familiares de los dos fallecidos y con 1.249 euros por los daños ocasionados en el vehículo de uno de ellos.
La ha absuelto por el delito de daños por el que también fue enjuiciada, ya que los miembros del jurado consideraron que los daños ocasionados por la investigada en el vehículo de la mujer fallecida no fueron intencionados.
Según el relato de hechos probados recogidos en la sentencia, la acusada vivía en Dos Hermanas en la finca Huerta San José, en una nave dividida en dos viviendas independientes, residiendo ésta junto con sus dos hijos menores de edad en la vivienda ubicada en la primera planta y estando ocupado el inmueble de la planta baja por las víctimas, quienes habían habilitado una parte para refugio de perros, animales que ellos mismos cuidaban. La relación vecinal era mala, según admitió la propia acusada.
Todo ocurrió sobre las 14,00 horas del día 24 de julio de 2020, cuando la acusada mató a sus dos vecinos en el momento en el que se encontraban juntos en el exterior de su vivienda, pues «así lo había decidido previamente» la condenada, produciéndose este hecho «cuando se encontraban desprevenidos y sin posibilidad de oponer defensa».
La relación vecinal entre los protagonistas de este crimen era mala, como así lo admitió la propia acusada en el juicio
Así, la acusada utilizó su coche «de forma repentina y sorpresiva» y embistió «violentamente» a las víctimas, «haciéndolo de forma reiterada en repetidas y seguidas ocasiones, golpeándoles y lanzándoles con violencia contra los elementos constructivos de la vivienda», tras lo que, una vez se encontraban en el suelo gravemente malheridos «y sin posibilidad de repeler el ataque», la acusada «les propinó numerosos golpes en la cabeza y en la cara con una piedra que encontró en el lugar».
«No sufrió»
La condenada causó la muerte de Manuel «generándole un sufrimiento innecesario», ya que, tras los golpes propinados, utilizó un cuchillo que cogió del domicilio de las víctimas con el que le asestó múltiples puñaladas en diferentes zonas corporales, lo que el fallecido «intentó evitar sin conseguirlo», mientras que la mujer víctima de estos hechos «no pudo repeler la agresión con el cuchillo, pues se encontraba inconsciente en el suelo del porche como consecuencia del atropello, no experimentando sufrimiento a consecuencia de los golpes» que la acusada le propinó con el objeto contundente ni de las puñaladas que le dio a continuación.
Durante la acción del atropello de las víctimas, la condenada colisionó con el vehículo propiedad de la mujer fallecida, el cual se encontraba estacionado en paralelo al vallado que cercaba la vivienda de la misma, provocándole daños, tasados en 1.249 euros.