Ayuso impone su autoridad frente al Gobierno de Sánchez en Madrid
▸La Comunidad de Madrid impidió al ministro Bolaños subir a la tribuna de honor en Sol al no estar invitado ▸La titular de Defensa, Margarita Robles, representante oficial del Ejecutivo, se desentendió del forcejeo
No es no. El Gobierno de Ayuso fue tajante desde que la semana pasada tuvo noticia de que el ministro Félix Bolaños quería autoinvitarse en los actos del Dos de Mayo, Día de la Comunidad de Madrid en memoria de los héroes populares que se enfrentaron a los invasores franceses en 1808. «No está invitado y no lo vamos a invitar». La advertencia procedente de Sol no dejó hueco para la duda. Pero Bolaños mantuvo el pulso con Ayuso y ayer se presentó en la Real Casa de Correos, al lado de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que sí estaba invitada y además era bienvenida en la Comunidad de Madrid.
El cruce de mensajes entre Presidencia y Sol no podía acabar bien y así fue. Ayer se produjo el choque en la tribuna de honor y autoridades instalada en la Puerta de Sol para asistir a la parada militar, cuando Bolaños intentó acceder a ella y la responsable de protocolo de la Comunidad de Madrid le impidió el paso, con forcejeo verbal incluido. Las imágenes de un ministro desautorizado por una comunidad autónoma y desplazado del plano principal del evento, con las principales autoridades presentes, reventaron la fiesta de la Comunidad de Madrid e hicieron visible con solo una foto el desencuentro entre el Gobierno de Ayuso y el de Sánchez. Al final, la presidenta madrileña impuso su ‘no es no’ y frenó a uno de los ministros con los que peor relación tiene su Gobierno.
La historia de este choque institucional entre una autonomía y el Gobierno de la Nación, que parece más propio de otras regiones más proclives al nacionalismo, viene de lejos. La pésima relación de Sánchez y Ayuso podría situarse en la pandemia, pero en este caso concreto el punto de inicio se sitúa el 2 de mayo del año pasado. El Gobierno madrileño invitó al presidente Sánchez, y este rechazó la invitación y delegó, vía decreto, en el ministro de Presidencia, quien pasó a ser la máxima autoridad y desplazó a la presidenta autonómica.
Este año, el Gobierno de Ayuso decidió no invitar a Sánchez tras el desplante del año anterior. La Comunidad de Madrid tiene la potestad de invitar a los miembros del Gobierno que considere oportuno. «Es un acto de la Comunidad de Madrid, podríamos no invitar a ningún representante del Gobierno», aseguran desde Sol. Pero por «deferencia institucional» siempre se ha invitado a algún miembro del Ejecutivo. Este año, en concreto, la elegida fue la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, «por sus vinculaciones con las comunidades autónomas», así como el delegado del Gobierno, Francisco Martín, aunque en este caso suele ser lo habitual.
La ministra de Política Territorial rechazó la invitación y comunicó que delegaba en el ministro Bolaños, lo que no gustó nada al Gobierno de Ayuso. Primero, porque «un ministro no puede delegar en otro», según subrayan, y segundo porque Bolaños es uno de los miembros del Ejecutivo que peor relación tiene con la Comunidad de Madrid. Sin ir más lejos, desde Sol le acusan de estar detrás de la manifestación que ayer se celebró a pocos metros de Sol en contra de Ayuso, gracias al visto bueno de la Delegación del Gobierno, cuyo titular procede del equipo de Bolaños en la Moncloa.
Desde la Comunidad de Madrid se comunicó al Ministerio de Presidencia que el ministro no estaba invitado. Al mismo tiempo, Margarita Robles había mostrado su interés por asistir a la parada militar del Dos de Mayo, y el Gobierno de Ayuso le abrió todas las puertas. La relación entre Ayuso y Robles es bastante aceptable, y entre ellas hubo más entendimiento durante la pandemia. Robles pasó a ser la representante del Gobierno en el Dos de Mayo, y la Comunidad de Madrid encontró más argumentos para frenar a Bolaños y recordar que estaba incluido en la lista de invitados.
Pulso electoral
Hasta aquí todo parece un malentendido protocolario, pero lo que se esconde detrás es un pulso entre Ayuso y Sánchez, auténticos adversarios en las elecciones del 28 de mayo, al menos en Madrid, con Feijóo como partícipe necesario junto a la presidenta madrileña.
Desde primera hora de ayer, todas las miradas estaban puestas en la puerta de entrada de la Real Casa de Correos, para ver entrar al ‘autoinvitado’ Bolaños. En Sol ya tenían previsto considerarlo ‘acompañante’ de Robles y, por supuesto, no impedirle la entrada a la sede del Gobierno regional. Así, le reservaron un asiento en la primera fila, durante la entrega de los premios de la Comunidad de Madrid. A las once menos cuarto llegaron juntos Robles y Bolaños. El jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, los saludó a la entrada. «Bienvenido a esta casa, ministro», le dijo. «No esperaba menos», contestó Bolaños.
El ministro no se sentó junto a la presidenta Ayuso, que se rodeó de niños ucranianos, ganadores de una de las medallas de la Comunidad. El acto trans