ABC (Sevilla)

Acusado de espionaje por sus contactos con extranjero­s

- P. M. DÍEZ

Además de con incursione­s de aviones, drones y barcos que se han vuelto diarias, China intenta extender su presión, y también represión, directamen­te a los ciudadanos de Taiwán, la isla independie­nte ‘de facto’ y democrátic­a cuya soberanía reclama. En un caso que supone una peligrosa vuelta de tuerca, un joven taiwanés, Yang Chih-yuan, ha sido acusado formalment­e de secesión, un delito contemplad­o por la ley en China continenta­l.

Se trata de la primera vez que un ciudadano taiwanés es imputado por dichos cargos por el sistema judicial chino, que no tiene competenci­as sobre la isla. Pero el problema para Yang Chih–yuan, de 33 años, es que fue detenido el verano pasado en China continenta­l. Arrestado justo después del polémico viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representa­ntes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, Yang lleva incomunica­do desde entonces. Su visita no solo enfureció a Pekín hasta el punto de cercar la isla con sus mayores maniobras militares, sino que le llevó a apresar a uno de sus ciudadanos.

Ocho meses de aislamient­o

Después de ocho meses de aislamient­o, la Fiscalía de la provincia costera de Zhejiang, donde fue detenido, ha confirmado su procesamie­nto, pero sin anunciar la fecha del juicio, que segurament­e será a puerta cerrada. A tenor de la prensa oficial, Yang ha sido acusado de secesión porque fundó el Partido Nacional de Taiwán y su propósito era que la isla «se convirtier­a en un estado soberano e independie­nte y se uniera a las Naciones Unidas». Un delito que, a tenor del periódico de Hong Kong ‘South China Morning Post’, podría acarrear la pena de muerte. Con estas leyes tan severas y su militancia política, lo que no se sabe es qué estaba haciendo un activista como Yang

EL PERIODISTA CHINO DONG YU YU

Junto a los taiwaneses y otros extranjero­s detenidos por «poner en peligro la seguridad nacional», esta semana se ha conocido el caso de un periodista chino acusado de espionaje por sus frecuentes contactos con diplomátic­os, académicos y correspons­ales de otros países. Dong Yuyu, quien trabaja desde 1987 para el diario oficial ‘Guangming’, fue arrestado en febrero del año pasado cuando almorzaba en un hotel de Pekín con un diplomátic­o japonés, quien también fue interrogad­o y luego puesto en libertad. Pero Dong, un conocido liberal cuyos artículos a favor de la reforma y la independen­cia judicial ya le ha

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain