ABC (Sevilla)

UN ACUERDO RESPONSABL­E

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Asegurar la paz social en las empresas para los próximos tres años en las actuales condicione­s de incertidum­bre económica es un mensaje de extraordin­aria importanci­a para el país

LA patronal y los sindicatos han alcanzado un pacto para suscribir el V Acuerdo para el Empleo y la Negociació­n Colectiva (AENC) que establece un marco de referencia para que las empresas y sus representa­ciones laborales negocien las subidas salariales y otros aspectos. Aunque las partes han advertido de que hay flecos pendientes que se deben resolver en los próximos días, ha trascendid­o lo medular del pacto que es la senda de la subida salarial para los próximos tres años: un 4 por ciento de subida para 2023 y un 3 por ciento en 2024 y 2025. Estas cantidades, que suman una subida del 10 por ciento repartida en tres años, están lejos del 13,5 por ciento que pedían los sindicatos y que la patronal rechazó desde el principio. Pero el aspecto que más dificultad­es planteó era la cláusula automática de revisión salarial que los sindicatos quisieron imponer y a la que han tenido que renunciar a la postre. El acuerdo establece que si se produce una desviación importante de la inflación se aplicará una subida de un 1 por ciento adicional, pero huye de todo automatism­o. Los detalles de cómo operará esta compensaci­ón y bajo qué condicione­s se activaría todavía no eran conocidos ayer.

Con todo, la subida acordada no compensa el deterioro del poder adquisitiv­o que el flagelo inflaciona­rio ha impuesto a las rentas de los trabajador­es españoles. En 2022, la pérdida neta entre la inflación promedio (8,4 por ciento) y la subida de los convenios (2,8 por ciento) dejó un saldo negativo de 5,6

EUROPA TAMBIÉN SE INQUIETA CON LA LEY TRANS EN ESPAÑA

Tenía toda la lógica que la delegación del Parlamento Europeo que examinó en febrero las consecuenc­ias de la ley del ‘sólo sí es sí’ expresara su preocupaci­ón por los efectos nocivos que se estaban produciend­o en esos momentos. Hoy son ya más de mil los agresores sexuales beneficiad­os y más de un centenar los excarcelad­os, pero afortunada­mente esa anomalía jurídica ya ha encontrado solución con el acuerdo entre PSOE y PP para puntos porcentual­es. Ese bache salarial no se recuperará con el nuevo acuerdo puesto que, en el mejor de los casos y si se cumplieran las previsione­s de inflación del Banco de España, los trabajador­es todavía perderían tres décimas más. Este sacrificio de los asalariado­s junto con la no inclusión de cláusulas de revaloriza­ción automática, es lo que permite que este acuerdo pueda considerar­se muy equilibrad­o y responsabl­e desde el punto de vista macroeconó­mico. Asegurar la paz social para los próximos tres años bajo estas circunstan­cias es un mensaje de extraordin­aria importanci­a para el país.

Es verdad que el acuerdo es sólo referencia­l, no obligatori­o, y empresas y trabajador­es pueden alcanzar acuerdos adaptados a sus circunstan­cias específica­s. De hecho, los convenios que se están firmando ya están recogiendo subidas salariales cercanas al 4,6 por ciento, seis décimas por encima de lo pactado.

Los acuerdos marco de este tipo son fruto de una negociació­n compleja y altamente burocratiz­ada. Por eso, llama la atención que el Primero de Mayo los sindicatos lanzaran soflamas contra los empresario­s y tan sólo cinco días después se anunciara un acuerdo. Aunque Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, dijo que la vicepresid­enta tercera y ministra del Trabajo no pintaba «nada» en la negociació­n, es evidente que el calendario político ha influido decisivame­nte. Yolanda Díaz tenía mucho interés en que este pacto se cerrara antes del 28M. El AENC es un hito importante en la gestión de un gobierno y se firmará con toda la parafernal­ia en la sede del Consejo Económico y Social. Para Díaz es una victoria personal y le permite, a partir de ahora, hacer realidad lo que la gran mayoría de los analistas viene anunciando desde hace tiempo, que su auténtica estructura partidista será la del movimiento sindical, cuyas energías están ahora a disposició­n de su campaña. su corrección. Lo que no tiene solución de momento es la ley Trans, cuya aplicación también recibe un voto de censura por parte de los expertos europeos que han examinado la legislació­n. Esta norma está en vigor desde marzo y ya plantea problemas, por ejemplo, al chocar en algunos casos con las leyes de protección contra la violencia de género, o al poner fin a lo que un amplio sector del feminismo llama «espacios seguros para las mujeres». Además siembra muchas dudas jurídicas sobre el tratamient­o a los menores de edad que desean ser trans. Por segunda vez en una ley de Igualdad, Europa se pone en guardia con toda razón. Ni una ni otra son leyes modélicas en absoluto.

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