ABC (Sevilla)

La caseta de Turismo

- FRANCISCO J. LÓPEZ DE PAZ

SÁBADO

Se debe convertir en el paradigma de las casetas públicas: abierta, exquisita y con calidad

La semana que sigue a la Feria es siempre la de los debates. Este año, como el pasado, de nuevo se pone sobre la mesa el asunto del formato. Qué cansancio. A la Feria no hay que ir por obligación. Pasarla de seis a siete días da más posibilida­des, y el hecho de que comience un domingo ofrece al sevillano de a pie y al turista lo que no le ofrecía cuando comenzaba un martes que era día laborable. Y más. Nadie se acuerda ya que con el formato antiguo -de martes a domingo- la gente también se quitaba de en medio los fines de semana. Imagino que pasados los primeros días de la campaña electoral el tema se disolverá como ocurre siembre, y gobierne el PSOE o el PP, el año que viene la cosa seguirá igual.

Pero hoy lo que quería enmarcar es la excelencia de una caseta pública, la de Turismo de Sevilla, paradigma de una caseta abierta y de calidad. Turismo de Sevilla es un ente autónomo que como tal puede diseñar cómo quiere que sea su caseta al margen de la burocracia municipal. Al recinto se puede pasar pero en la entrada hay un filtro. Cuando entras te encuentras con las mesas perfectame­nte organizada­s dispuestas para quien haya reservado. Si no, al fondo siempre hay sitio. A la hora habitual en el tablao hay actuacione­s. En la trastienda, si quieres consumir, tienes que sacar una tarjeta de recarga. El servicio es de lo más profesiona­l que se ha visto en años, el otro servicio el del WC está limpio y huele bien, y la comida está buena. La prueba del algodón es siempre la tortilla de patatas. En el caso de esta caseta estaba jugosa y no como una momia egipcia que es lo que ocurre en la mayoría de los ambigús. Y lo mejor: dos aparatos de aire acondicion­ado como dos toros de Miura que devolvían la vida a la hora del mediodía en la que el sol se ponía a bailar con los cuarenta grados. Las casetas de los distritos no tienen ese glamur. Las gestiona Participac­ión Ciudadana y cuando las licita lo hace al que presente la oferta más económica. Lo de Turismo de Sevilla demuestra que, si se quiere, lo público puede ser lo mejor y no lo más cutre. Ha sido la mejor enseñanza que ha traído esta Feria.

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