Una cita inédita de la realeza mundial por expreso deseo del Rey de Inglaterra
▸ Por vez primera la ceremonia se abre a invitados más allá de la Familia Real británica
lítico tras años de sobresaltos con los conservadores como inquilinos de Downing Street, donde ya suman 13 años. Hoy, el primer ministro Sunak hará una lectura durante la ceremonia de la coronación de Carlos III y muchas miradas estarán puestas en él, política y protocolariamente hablando, en un contexto de laboristas en ascenso y tras una agenda diplomática que lo mantuvo ocupado ayer en encuentros con líderes de otros países que viajaron a Londres para la ocasión.
Eran las tres del mediodía cuando Felipe VI llegaba a la embajada de España en Londres. Cuarenta y cinco minutos antes, el avión de las Fuerzas Armadas españolas en el que viajó, aterrizaba en la base militar de Northolt, al noroeste de la ciudad. Su Majestad venía desde Lugo, donde la mañana del viernes había presidido un acto de agenda. La Reina Letizia, por su parte, ya le estaba esperando en el interior de la sede diplomática. En su caso, había volado desde Madrid a la capital del Reino Unido por la mañana.
Unos minutos de saludos
Poco antes de las cinco de la tarde, a la hora del té británico, ambos salían de la embajada y ponían rumbo al Palacio de Buckingham, donde tendría lugar una recepción de los Reyes Carlos y Camila a los representantes de las Casas Reales invitadas a la coronación. Antes de subir al coche, Don Felipe y Doña Letizia se tomaron unos minutos para saludar a los medios de
El Rey Felipe llegó a Londres procedente de Lugo, mientras que Doña Letizia le esperaba en la embajada española
comunicación y a algunos españoles residentes en el Reino Unido, que se acercaron hasta el distinguido barrio de Belgravia para contemplar de cerca a los monarcas.
La Reina eligió un vaporo vestido de color verde pistacho de Victoria Beckham (999 euros, en la web de la diseñadora), fruncido, de corte midi y mangas con abertura. Llevar una firma británica no fue el único guiño que tuvo Doña Letizia con su atuendo. Lució, también, un broche de brillantes en forma de lazo que, tal y como confirmó el experto en joyas reales que está detrás de la cuenta de Instagram @spanishroyaljewelery, pertenece a la Reina Sofía. Un claro recuerdo a la madre de Felipe VI que, como Juan Carlos I, no estaba invitada a la coronación. Doña Letizia, además, estrenó unos pendientes de zafiros y brillantes, que combinó con una de sus pulseras. Como complementos, unos salones y una cartera de mano rectangular en color azul noche de ante y de la firma española Magrit.
Dos horas de encuentro
El Palacio de Buckingham fue en la tarde de ayer el epicentro de la realeza mundial: allí se dieron cita los Reyes reinantes y jefes de las Casas Reales invitadas a la coronación de Carlos III. El encuentro duró dos horas. A las siete de la tarde, la señal de que la recepción había llegado a su fin fue el clamor de la gente que acampaba en St. Jame’s, cuando se puso en pie y empezó a aplaudir. «¡Es el Rey! ¡Es el Rey!», decían mientras agitaban con fuerza sus banderitas de la Union Jack. Tras él, Guillermo y Catalina de Gales salían en otro coche. De Enrique de Sussex, ni rastro. Todos se dirigieron a la abadía de Westminster para ultimar detalles de la ceremonia de coronación.
Entre las comitivas que previamente comenzaron a abandonar Buckingham, se pudo ver a Carlos Gustavo de Suecia junto a su hija, la Princesa Victoria. También, Alberto y Charlene de Mónaco, Federico y Mary de Dinamarca y Haakon y Mette-Marit de Noruega. Amalia de los Países Bajos y su abuela, la Princesa Beatriz, asistieron en representación de Guillermo y Máxima de Holanda, que ayer no pudieron estar presentes, pero hoy sí se les verá en Westminster. Felipe y Matilde de Bélgica acudieron también con su hija Isabel. Fumihito y Kiko de Japón, los Reyes de Jordania, los de Bután, los de Tailandia, los Grandes Duques de Luxemburgo, Simeón de Bulgaria y Pablo de Grecia, fueron otros de los invitados.
Hoy en Londres vive un día histórico, también para las monarquías de todo el mundo: por primera vez Reyes reinantes asistirán a la coronación por deseo expreso de Carlos III, ya que hasta ahora solo asistían miembros de la familia Windsor.