Dos tiroteos dejan 17 muertos en Serbia, el país europeo con más armas por habitante
▸ Tras la masacre en una escuela de Belgrado, un joven, hijo de un militar, mató a 8 personas e hirió a otras 14 Tras la guerra
Una nueva masacre, la segunda en dos días, ha devuelto el miedo y el horror a Serbia. La matanza de ocho personas a tiros ha impactado de especial manera en Italia por su proximidad e intereses en los países balcánicos. Se teme que las masacres propias de Estados Unidos, donde en lo que va de año casi 6.000 personas han muerto por arma de fuego, se conviertan un modelo a seguir fuera de sus fronteras.
Los tiroteos son ya diversos en otras latitudes. Y lo demuestran, también, las dos tragedias ocurridas en Serbia el miércoles y la noche del jueves al viernes. En este último episodio, Uros Blazic, de 21 años, se llevó a tiros la vida de ocho personas, dejando heridas a otras catorce. Empleó un arma automática. El escalofriante suceso tuvo lugar en el municipio de Dubona, a 58 kilómetros de Belgrado.
La ruta del terror
Blazic, hijo de un militar, disponía de un arsenal de armas y munición en su casa. La noche del jueves había quedado con un grupo de amigos en Dubona. Tras una banal discusión, fue a su casa a buscar un arma automática y regresó a bordo de su automóvil, disparando indiscriminadamente en las calles de su ciudad natal. Después, continuó con el alocado tiroteo por los pequeños pueblos de los alrededores, cazando a personas al azar. Acabó abandonando su automóvil y tomando como rehén a un taxista, al que obligó a llevarle a la casa de un tío. Y es allí, y tras una larga persecución, donde fue capturado por la Policía, cerca de Kragujevac, una ciudad industrial a unos 150 km al sur de Belgrado. En la operación intervinieron 600 agentes, helicópteros, unidades antiterroristas, perros, drones y visores térmicos. Se desconocen los motivos que llevaron a Uroz Blazic a realizar tal masacre.
La conmoción es grande en Serbia ante esta nueva tragedia, porque aún estaba muy viva la masacre del día anterior, cuyo autor es el adolescente Kos
Serbia estuvo en el epicentro de las guerras de los Balcanes de los años 90. Desde entonces, la posesión de armas se normalizó entre buena parte de la ciudadanía. un riguroso estudio de la Policía. Las reglas son estrictas. Los controles de las licencias se reiteran cada cinco años y para su renovación, los poseedores de armas no deben tener antecedentes penales ni consumir alcohol. La caza sigue estando muy extendida, lo que hace aumentar el número de armas: la practican más de 78.000 personas, entre los 6,6 millones de serbios. Muchas familias han estado escondiendo armas en sus casas durante generaciones.
En la historia reciente del país, los protagonistas de ataques con armas de fuego siempre fueron personas con problemas mentales y adultos. De ahí que la escalofriante historia del adolescente Kosta Kecmanovic, en una de las mejores escuelas de Belgrado, les pareciera como una película de terror de un videojuego. De hecho, el ministro de Educación prorruso, Branco Ruzik, ha echado las culpa a la «influencia de los videojuegos». Parecen darle la razón algunos comentarios de los amigos del adolescente Kosta en las redes sociales: «Un rey», escribió uno de ellos en Instagram. Por desgracia, no era un videojuego. Lo que parecía un film de terror fue real, causando espanto y horror en Serbia, en luto oficial hasta el próximo domingo.