LAS CLAVES DEL NUEVO ACUERDO
A quiénes subirán el sueldo
El pacto marcará las actualizaciones salariales de los trabajadores afectados por un convenio colectivo, ya sea sectorial o de empresa. De los 20,6 millones de cotizantes a la Seguridad Social registrados a mes de abril 17,2 millones son asalariados. De estos últimos, 10,7 millones están afectados por un convenio colectivo según los datos oficiales del Ministerio de Trabajo.
Cuándo se efectuarán las alzas
No son equiparables las empresas que están negociando las condiciones de convenio en este momento que aquellos que aún arrastran las fijadas en años anteriores. De hecho, la virtualidad del acuerdo es tal que no supone una obligación de periodicidad. Es decir, empresarios y sindicatos van firmando sus convenios de empresa o sectoriales y no necesariamente con una vigencia de tres años.
El consenso llega después de que los trabajadores con convenio hayan perdido 5,6 puntos de poder adquisitivo en 2022
Por qué no está garantizada
El AENC no es vinculante, no obliga a tomar decisiones de subidas salariales en la misma medida que el acuerdo alcanzado. Sin embargo, supone un marco de actuación para las negociaciones, más necesario aún en el contexto inflacionista.
les sindicales y las líneas rojas marcadas por la organización empresarial. Hasta ahora el punto que ha impedido fijar un marco para el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) ha sido la inclusión de las cláusulas de revisión salarial que demandaban los sindicatos y que la patronal rechazaba de pleno al suponer un elemento de riesgo para la viabilidad de las empresas al obligarlas a compensar en las nóminas un IPC en un momento en el que los precios estaban desbocados y con una incierta evolución. Ahora, la patronal sí cede a incluir una subida en el acuerdo, pero tan sólo del 1%, de muy difícil aplicación y lejos de las cláusulas sin límite, ligada a la evolución de los precios, que defendían las centrales.
Fue a finales del pasado año cuando se abrió una ventana al acuerdo. Los sindicatos apuntaron en ese momento que la cláusula de revisión salarial no tendría que ser necesariamente una compensación de la diferencia entre la subida realizada y el aumento del IPC. Y fue también en ese momento cuando la CEOE aseguró que el volumen de la subida era un punto negociable y discutible, y que no era el obstáculo para la firma del AENC.
Como en todo acuerdo, las partes tienen que ceder, unas más que otras. En este caso los sindicatos son los que más renuncias han tenido que hacer en aras de cerrar las recomendaciones salariales para los convenios. Y varias han sido las concesiones.
A comienzos de año UGT y CC.OO. transmitieron una oferta a la CEOE que fue rechazada y que consistía en un alza del 5% para 2022, del 4,5% para 2023 y del 3,75% para 2024, más un alza adicional por la desviación de la inflación en cada uno de los años del acuerdo ligada a una cláusula de revisión salarial, que ya no estaba solo vinculada a la evolución de los precios, también a la marcha de las empresas. Esta es la primera cesión de los sindicatos, que ya dan por perdida la batalla salarial de 2022 tras ser rechazada por la patronal dado que obligaba a las empresas a realizar subidas salariales con carácter retroactivo.
La segunda cesión de los sindicatos fue el volumen total de la subida. En ambos casos, en el pacto actual y en la última oferta sindical, el marco era trianual. Pero con una diferencia, la oferta sindical llegaba a un 13,25% en esos tres años mientras que el acuerdo que ahora se ha alcanzado se queda en el 10% hasta 2025.
Beneficios empresariales
Y una tercera cesión, a expensas de conocer el detalle del acuerdo, está en la configuración de la citada cláusula de revisión. Si hace un año, en la primera fase de las negociaciones, UGT y CC.OO. abogaban por una cláusula a las bravas, que compensase toda la desviación entre las subidas y la inflación –de 5,6 puntos porcentuales en 2022– en la segunda oferta, como se ha mencionado, se preveía una cláusula que combinase el IPC y los beneficios empresariales, de modo que no aplicaba de la misma manera en cada empresa, y que también ha quedado fuera del acuerdo.