Amigo Félix
VIVIMOS COMO SUIZOS
Nadie va a superar a Pedro Sánchez a la hora de hacer el ridículo. Y ahí está
CADA vez que tenía un estreno, Tallulah Bankhead se arrodillaba en su camerino y rezaba: «Querido Dios, no dejes que haga el ridículo». Y luego, si no había pasado, brindaba con champán. Lástima que a Bolaños, pobre, no lo hubieran ingresado antes de lo del Dos de Mayo. Se habría evitado el ridículo y a Margarita Robles mirándolo como la mujer de Lot pero sin la paralización y lo de la sal. Que sí, que es un tema ya pasado. Pero viendo la serie recién estrenada ‘Los fontaneros del Watergate’ me he acordado de lo ridículo que se puede ser también en la política. Cuenta esta ficción la historia real de los chapuceros que trabajaban para Nixon. Nada de la épica periodística de ‘ Todos los hombres del presidente’. Unos piernas que manejaban las cañerías de Washington DC. Y encima uno con la cara de Woody Harrelson. Igual que Aitana Sánchez Gijón no puede hacer de pobre, Woody Harrelson no puede hacer de listo.
E. Howard Hunt y G. Gordon Liddy (el otro es Justin Theroux) eran dos miembros de los White House Plumbers que lo mismo ponían micrófonos en la consulta del psiquiatra de un político demócrata que en la sede del partido rival. Pepe Gotera y Otilio. Una historia insignificante de la que sale otra descomunal y acaba con un presidente.
Creada por Alex Gregory y Peter Huyck, ahí está ‘ Veep’. Y en ‘ Veep’ está ‘’The Thick o It’. Y en ‘The Thick of It’ está ‘Sí, ministro’ y ‘Sí, primer ministro’. En lo de Bolaños está ‘Moncloa, dígame’ y, como mucho, los juanes de Javier Cámara. Warren Buffett no se fía de una Inteligencia Artificial sin sentido del humor. Confío en que la inteligencia que gastan los mosqueteros de Bolaños incluya sentido del humor. Porque yo en ese descalabro del intento de colarse me imagino una de las frases de ‘ The Thick of It’. Del ministro a los que fallaron: «Eres más inútil que un vibrador de mazapán».
A veces la fuerza cómica es el acceso a la verdad. Ed Miliband, el líder laborista británico, confesó que no le gustaba ver ‘ The Thick of It’ porque era muy real. Prefería ‘El ala oeste’. O sea, la idealización de la política. ‘ Veep’ es una creación de Armando Iannucci, como ‘The Thick of It’ (y como la película ‘In the Loop’). Lo políticamente risible. Los políticos y sus asesores en sus habituales jornadas de trabajo. Iannucci, un genio de la televisión, es quien mejor se ha reído de los políticos.
Por otro lado, está Shakespeare en ‘Ricardo II’: «El más puro tesoro que concede la vida mortal es una reputación intachable, destruida la cual, los hombres son tan sólo barro dorado o pintada arcilla».
Pero Bolaños puede estar tranquilo porque nunca hará tanto el ridículo como lo ha hecho Pedro Sánchez. O como se lo han hecho hacer a él. Del «Vamos a ver, Pedro, ¿sabes lo que es una nación?”, al corre que te pillo con Biden. Ánimo, Félix.