La cosa va de sábanas y calculadoras
ORSAY
—Pues ya tengo la maletita preparada.
—¿Te vas a la Feria de Jerez? Que a ti te gusta mucho el cachondeo... —Sí, hombre. A eso te vas tú, que yo vuelo a Turín para ver si tocamos plata otra vez.
—Vaya la semanita que nos vais a dar.
—Somos los reyes de la Europa League, no te olvides.
—Si no hay manera de olvidarse, hijo, con la tabarra que dais cada mes de mayo. A ver si nos dejáis tranquilos de una vez.
—Pues con el año tan malito que tenemos, ahí estamos. ¿Otra vez? Sí, otra vez.
—A ver si Vlahovic, Di María y sus amigos...
—Venga, métete dentro de la manta el jueves otra vez.
—¡La Sábana Santa es lo que voy a coger!
—Ni con esas. La visitaremos en Turín y conquistaremos aquello, que ya me estoy viendo en Buda y en Pest.
—Por ahora tenéis la sábana pintarrajeá, que diría Lopera.
—Siempre estáis llamando a un don Manuel y nosotros, a las puertas de la gloria.
—Vamos poquito a poco, que estás vendiendo la piel del oso un poco pronto.
—La costumbre, hijo.
—Pues nosotros no tenemos partido esta semana... —Bueno, el de Turín. —También es verdad, no te lo voy a negar, pero vamos que yo ya estoy pensando en el Rayo. —A ver si nuestro Iraola... —¿Ya estáis echando a Mendilove? ¡Si os tiene de dulce! —Lo que diga don Ramón. —Pues me lo veo tomando enchiladas.
—Cuando vayamos a jugar el derbi ese del verano, qué fatiguita también veros en julio. —La verdad es que con los de liga ya tenemos suficiente. —La semana que viene mismo.
—Ya estamos todos de los nervios, pero fijo que ahora os ganamos en Nervión. Ya nos toca.
—Que te crees tú que el Pizjuán regala puntos.
—En mi ingeniero confío yo, como tiene que ser.
—Tengo la calculadora que echa humo para entrar en Europa si no nos sale lo de Turín o Budapest. —¿Te has quitado ya la bufanda del Madrid que te pusiste en la final de Copa?
—Esa no me la pongo ni para recoger billetes de 500 euros.
—Pues no os ha venido bien ni nada que Moncayola y todos sus premios aún estén buscando a Vinicius. —Mira el que fue a hablar, que los verdolagas estabais asustados porque os íbamos a pillar.
—Nosotros nos bastamos con nostros mismos, Pellegrini saca ya petróleo con cualquiera. Mira el chico Paul.
—¿Ese quién es?
—Lo puso de central y el tío parecía Maldini en Bilbao. Qué manera de despejar balones.
—Sí, ya vais a estar diciendo que lo vendéis por 30 millones...
—No, hombre, pero vaya alivio el otro día. Hasta Sabaly parecía Cafú y Willian José, Van Basten.
—Anda que en San Mamés estarán contentos con las visitas de los equipos sevillanos.
—Pues que le recen a otro santo. —Va a ser eso, sí.