«Hay que ser valientes y comenzar a adoptar medidas cuanto antes»
▸ Sostienen que hay marco normativo para actuar ante una inconstitucionalidad
Sobre las consecuencias para los menores en el acceso a contenidos pornográficos, el 60,6% de las personas consultadas consideran que son negativas en su desarrollo, como conductas sexuales violentas.
Carmen Moreno, catedrática de Psicología Educativa y Educación de la Universidad de Sevilla, desgranó lo que transmite la pornografía entre los niños y adolescentes: «El afecto y las emociones están ausentes en la pornografía y eso les genera confusión, ya que relacionan sexualidad con genitalidad. La ausencia del uso del preservativo les lleva a desarrollar prácticas sexuales de riesgo y el placer sexual se limita al coito o las felaciones en etapas en las que los más pequeños están empezando a descubrir sus cuerpos. En el porno además hay una ausencia total de afecto, reflexión o pensamiento. Además, el rol de la mujer es el de una persona humillada y vejada, en muchas ocasiones parecen drogadas, borrachas o dormidas, inconscientes, lo que nos recuerda a los casos de sumisión química. La pornografía en definitiva, ofrece una visión muy sesgada de la sexualidad y tiene consecuencias muy negativas en los menores». «Hay que ser valientes y comenzar a adoptar medidas cuanto antes». Es lo que aseguró ayer Juan María Martínez, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Valencia, que además defendió con vehemencia que lo que está ocurriendo es inconstitucional.
Según alertó, se está vulnerando el artículo 24 de la Constitución, según el cual, todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión, algo que sostiene se está produciendo con los menores en su fácil acceso a contenidos pornográficos. «Esto no se está respetando en esta barra libre al porno y se está produciendo una situación inconstitucional», dijo.
Además, aseguró que sí hay marco normativo para terminar con este grave problema pero afeó que no se esté haciendo nada. «El marco que tenemos es suficiente y la situación exige actuar ya porque es inconstitucional. Se trata de un problema de compromiso y voluntad política».
Eso sí, al igual que el resto de participantes, subrayó que esta situación no se va a resolver sólo desde el marco jurídico y que toda la sociedad debe tomar conciencia y volcarse para combatirlo.
Cautivos digitales
Domi del Postigo, presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía, también llamó a la necesidad de tomar la iniciativa y destacó la necesidad de sentar a estos expertos ante una mesa «para analizar qué les está pasando a los chavales. La Memoria de la Fiscalía relativa a 2021 ya daba la voz de alerta. Tenemos que mojarnos todos porque esto nos está pasando a una velocidad de vértigo, como todo lo que ocurre en el mundo digital, aunque las respuestas en el mundo real son siempre mucho más lentas. No tenemos tiempo, tenemos que actuar ya para que esos riesgos no devoren a una juventud maravillosa. Hay quienes están ganando muchísimo dinero a costa de convertir a los nativos digitales en cautivos digitales».
Carmen Ruiz Repullo es profesora de Sociología de la Universidad de Jaén y fue rotunda: «El porno no es ficción. Lo que ven nuestras criaturas está ocurriendo. Hay dobles penetraciones, estrangulamientos, sexo grupal... Se está erotizando la violencia. Las agresiones sexuales no dejan de aumentar. Ha habido más de 20 agresiones grupales con cada vez más menores involucrados. Está claro que algo pasa», señaló durante su ponencia.
Peaje emocional
Antonio Rial, psicólogo experto en adicciones de los jóvenes, comenzó su intervención asegurando que «tenemos un problema grave. Vamos a dejarnos de buenismos». Y dio algunos datos: la brecha entre chicos y chicas que consumen porno se va estrechando; sigue disparándose su consumo en edades cada vez más tempranas y muchos menores encuentran porno en la red sin buscarlo.
También alertó del «peaje emocional» que pagan los menores con problemas cada vez más frecuentes como la depresión o confusiones con la identidad de género. «Cada vez son más jóvenes e indefensos».
Marta Valcarce, fiscal decana delegada de Menores en Sevilla, corroboró estos análisis y dijo que se aprecia cada vez con más frecuencia una evolución tendente a comportamientos más «perversos, sofisticados y retorcidos» entre los menores que delinquen y que el consumo de la pornografía «está asociado a la comisión de deltios contra la libertad sexual. No es sólo el porno pero es cierto que está influyendo».
Además, alertó de la confusión que genera la pornografía entre este sector de la población en torno al consentimiento.