«El SAS no me renovó el contrato en el centro de salud del Porvenir»
mejor que Macarena («soy de las que se ha recuperado del todo del Covid», dice aliviada), pero lo pasó muy mal durante bastantes meses. Ella, como todos los sanitarios, fue de las primeras que se vacunó, a pesar de lo cual se infectó en enero de 2022, a pesar de las tres dosis que recibió. «Pasé el Covid con un cuadro gripal, con fiebre y dolor muscular durante casi nueve días, y cuando pasé la infección quise recuperar mi vida normal pero no lo logré. Iba a la panadería y me ahogaba, no podía andar más de diez minutos y me volvía a casa asustada. En treinta metros me ponía a 150 pulsa
La irritación de Pilar Terceño, producida por su estado de salud y no saber exactamente qué hacer para mejorarlo, se agravó cuando el SAS no le renovó el contrato en agosto como médico de familia en el centro de salud de El Porvenir. «Estuve teletrabajando seis meses porque no tenía fuerzas para ir al centro y eché una mano con la avalancha de la variante delta y el desastre que fue la Feria de Abril, con tantos contagios. Pero en julio se cerró la posibilidad de teletrabajar por el Covid y tuve que incorporarme; y al cuarto día, en un aviso a domicilio en el Tiro de Línea, en plena ola de calor, tuvo que venir a recogerme mi hija porque no podía con mi cuerpo. Y me tuve que dar de baja. Y después no quisieron renovarme el contrato», asegura.
ciones por minuto y con la saturación de oxígeno a 91. Me estaba ahogando de verdad», dice. Pilar, que trabajaba en el centro de salud de El Porvenir, se levantaba muchas mañanas pensando únicamente en volver a acostarse, del cansancio y la fatiga extremas con que amanecía muchos días.
Memoria y concentración
«También tenía problemas de memoria y de concentración pero en agosto de 2022, ocho meses después de infectarme y de un tratamiento con corticoides que me hizo engordar mucho, ya me fui ahogando menos. Eso fue gracias tal vez a que suprimí esa medicación. Hasta ese momento estuve muy irritada y frustrada, pero ya en noviembre me sentí bien por completo, como antes de infectarme. Fueron diez meses muy malos que se me hicieron muy largos».