Sánchez tilda las listas de Bildu de «no decentes», pero lo mantiene de socio
▸No contestó en la Casa Blanca a la pregunta de si este escándalo cambia algo en su relación con los de Otegi ▸La cita con Biden no ha servido para concretar acuerdos sobre el arancel a la aceituna negra o Palomares
Pedro Sánchez tuvo ayer a su disposición el mayor escaparate de las relaciones internacionales para posicionarse frente a la inclusión de casi medio centenar de terroristas de ETA en las listas de Bildu para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Delante de las paredes blancas de una de las entradas a la Casa Blanca, el presidente del Gobierno se limitó a decir que «hay cosas que pueden ser legales, pero no decentes» sobre la decisión de uno de sus socio parlamentarios preferentes, como ha definido a Bildu el propio PSOE.
Sánchez acababa de reunirse en el Despacho Oval con Joe Biden, un hito en su política exterior, y apenas había pasado una hora desde que calificó al presidente de EE.UU. como «referente en la defensa de la democracia». Sólo una hora después, tras el encuentro con Biden, el presidente español era incapaz de lamentar con fuerza la inclusión de 44 etarras condenados, siete de ellos por delitos de sangre, en las listas electorales. Solo dijo que todo el papel que «estas personas» –en referencia a los etarras– en la vida pública es «mostrar un mensaje de perdón, de reparación y de arrepentimiento».
Preguntado sobre si las listas de Bildu cambian la relación con un socio preferente en el que Sánchez se apoya una y otra vez en el Congreso, el presidente del Gobierno prefirió no contestar. Una posición diferente a la de algunos pesos pesados de su partido –como el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán– que han pedido que su partido rompa la relación con la que lidera Arnaldo Otegi.
Sánchez dijo esto en una comparecencia breve ante los medios, en la que solo admitió tres preguntas, tras lograr por fin poner el pie en la Casa Blanca, una invitación que llegó a tiempo para convertirse en su arranque de la campaña electoral para las autonómicas y municipales del 28M.
Fue un día de bochorno insoportable en Washington, un calor que ambos líderes buscaron replicar en su encuentro en el Despacho Oval. Biden y Sánchez se regalaron cordialidad y buenas palabras en su encuentro, que se produce después de un cortejo por parte de Moncloa de más de dos años. Las relaciones entre ambos empezaron muy torcidas –el estadounidense tardó meses en llamarle por teléfono, al contrario que la mayoría de líderes–, pero se enderezaron en la cumbre de la OTAN de Madrid de junio del año pasado. «Me hubiera quedado una semana allí», bromeó Biden sobre la capital española al comienzo del encuentro, al que la prensa tuvo acceso.
El presidente de EE.UU. no tardó en referirse a su principal preocupación internacional, la guerra en Ucrania. «No te puedo agradecer suficiente», dijo sobre el soporte del Gobierno de Sánchez a la causa ucraniana, a pesar de las grietas –por la postura de Podemos– en el seno del Ejecutivo. El presidente español, que habló ante la prensa durante un tiempo mucho mayor al que utilizó su huésped, le respondió que la unidad con Ucrania es «sólida como una roca».
Biden también agradeció a Sánchez el reciente acuerdo en Defensa para que la base gaditana de Rota aloje dos nuevos destructores estadounidenses y, sobre todo, su cooperación en migración, un tema central para él. «Juntos estamos afrontando el desafío de la inmigración en el Hemisferio Occidental», dijo, y aseguró que Sánchez está haciendo un «tremendo trabajo» en este ámbito. Sus palabras tienen que ver con el acuerdo de EE.UU. con España y Canadá para recolocar en sus países inmigrantes que tratan de pedir asilo en la primera potencia mundial. Sin embargo, ni el Gobierno ni la Casa Blanca han ofrecido detalles sobre el número de inmigrantes que resultarían afectados por ese acuerdo, ni sobre el estatus migratorio que tendrían ni sobre el impacto de esa presión migratoria en ambos países. Durante la comparecencia posterior en solitario, Sánchez se escudó en que «no podemos establecer un número porque va a depender de las necesidades laborales que tengamos en España».
Antes de la reunión se especulaba con que ambos líderes llegaran a un
Sánchez dice que la posición de su Gobierno en la guerra de Ucrania es «sólida como una roca», pese a las diferencias con Podemos
acuerdo sobre la limpieza de las arenas de Palomares (Almería) afectadas con materiales radioactivos desde un accidente entre dos aviones militares en 1966, pero, tras la reunión, Sánchez solo dijo que ha habido «un avance», que hay «voluntad de resolver el problema» y que los equipos técnicos «se