El Cádiz vuelve a caer y se complica 1 0
¿Razones? Quizá la realización técnica no es perfecta, tratándose de un aspecto clave. Pero lo fundamental es el protocolo para la toma de decisiones, que es una locura y un fracaso total… Mismas acciones administradas reglamentariamente de diferente manera. ¿Cómo puede ser que nadie haga autocrítica? Hay demasiado narcisismo en el CTA y en la Federación, que controla a los árbitros. Y vamos a escándalo semanal…».
En el propio CTA se ha colado por las rendijas una cierta paranoia persecutoria. «Si los clubes no quieren el VAR, se quita», dicen fuentes oficiales del organismo. «No habría ningún problema, el VAR es un servicio que se presta a la Liga y no estamos ni a favor ni en contra de él». El CTA defiende la calidad del trabajo efectuado y recuerda que España fue el único país del mundo con tres árbitros VAR en el Mundial (eso sí: los tres se volvieron a casa en cuanto lo hizo Mateu Lahoz, tras el caliente Argentina-Holanda), además de ser el país con más designaciones de Europa en la Champions.
Alfonso Pérez Burrull, exárbitro internacional y hoy comentarista en Radio Marca, explica a este periódico que gran parte de los problemas del VAR provienen de «conjugar la intensidad de lo que ves en el campo con la foto posterior. La clave es la intensidad, y eso no te lo valora la imagen. Pero a la hora de la verdad, la imagen condiciona más que la intensidad. Sucede como con la cámara lenta: el protocolo VAR recomienda que las jugadas no se vean en parado, si se puede. Porque hay que medir la intensidad. No es el mismo ‘feeling’ el que tienes en la sala que en un campo del fútbol. El VAR actúa en caso de error obvio, claro o manifiesto. Para mí la línea roja es la intensidad, no el contacto. El fútbol es el único deporte que se juega solo con los pies: el contacto es inevitable. Debe prevalecer la apreciación del árbitro sobre la intensidad». Y pone de ejemplo un lance reciente entre Militao y Oyarzabal, en el que el delantero donostiarra reclamó un penalti no pitado.
Lo único seguro es que los problemas no se van a solucionar con rapidez, aunque la Federación ha anunciado ya que el videoarbitraje se utilizará por primera vez en España en un partido femenino el próximo 27 de mayo. En público, Medina Cantalejo ha defendido varias veces que ha de ser el árbitro principal el que tome la última decisión sobre el campo. «Si te llaman desde el VOR y para ti no es un error grave, no cambies tu decisión», dijo recientemente; «el árbitro de campo tiene que tener la última palabra». Pero, por otra parte, ha justificado su ardor disciplinario por la protección de la salud de los jugadores. «Algo más de arbitraje sabemos nosotros y no personas que pueden estar criticando», ha dicho Cantalejo en más de una ocasión; «si es tan fácil, ven y dinos cómo para que lo hagamos». De cualquier forma, lo que se observa sobre todo es un aumento de las segundas amarillas: «Creo que la tarjeta amarilla por ataque prometedor la están llevando un poco al máximo», afirma Pérez Burrull.
Aunque se acepte de antemano que no hay una fórmula magistral para lograr el acierto absoluto, tampoco parece que vaya a ser el momento por ahora de discutir sobre mejoras técnicas que reduzcan la arbitrariedad (o la impresión de arbitrariedad) en la toma de decisiones. El 90% de los clubes españoles cree que la organización arbitral debería explicar públicamente sus decisiones sobre jugadas controvertidas después de cada jornada, con imágenes (como se hace en Estados Unidos, por ejemplo). La postura oficial del CTA es que harán «pública cualquier reflexión a todo el mundo a la vez», cuando consideren «oportuno».
Persecución
En un momento de escrutinio obsesivo de los árbitros y de sus comportamientos por la onda expansiva de los pagos millonarios del Barcelona al exvicepresidente del CTA durante dos décadas, entre críticas airadas por la «persecución» a la que estarían siendo sometidos e incluso con una amenaza de huelga para frenar «el clima de hostilidad y violencia» que están viviendo, los árbitros se han vuelto a situar en el centro del conflicto eterno que enemista a la Federación y a la Liga (un ecosistema nada benéfico para la búsqueda de soluciones sensatas a largo plazo).
Los clubes apuestan por una mixtificación del sistema, parecida a la ya existente en el fútbol inglés y alemán, donde un organismo independiente gestiona la actividad arbitral (y el servicio resulta bastante más barato que en España). La Federación, como es comprensible, se niega a perder la competencia excluisva, dando pábulo a los que sospechan que los colegiados son también una silenciosa y efectiva herramienta de poder en el circo del fútbol.
Hace unos días, la productora Mediapro (socia de la Liga y actual encargada de los servicios audiovisuales del VAR) consiguió que un juez paralizase el concurso organizado por la Federación para adjudicar el servicio durante los próximos años. Las noticias sobre Negreira y sus corruptelas siguen llegando a ráfagas mientras hay agresiones graves a colegiados en Brasil y nuevas noticias sobre amaños en Italia. Hay mucha presión en la olla. Tanta, que los pájaros están empezando a tirar a las escopetas.
El Mallorca venció al Cádiz y mete a los amarillos en un lío. Maffeo dio los tres puntos al cuadro bermellón con su gol en el primer tiempo y el equipo gaditano podría caer a los puestos de descenso esta jornada después de estar tres meses fuera de la zona roja de la clasificación. El Mallorca, con 44 puntos sella prácticamente su permanencia.
«Aburguesan su actividad profesional y no ejercen la responsabilidad sobre el terreno. Se van aturdiendo»
La Federación se niega a ceder control y da pábulo a los que sospechan que los colegiados son una efectiva herramienta de poder