Una reaparación ilusionante
▸ Marc Márquez roza la pole tras mes y medio sin subirse a una moto y pelea el podio en la carrera al esprint
MOTOGP / GRAN PREMIO DE FRANCIA
Está hecho de otra pasta y por sus venas corre la savia de los campeones. Da igual que lleve un mes y medio sin subirse a una moto, que pilote con la mano aún convaleciente por la intervención quirúrgica a la que tuvo que ser sometido tras su accidente en Portimao, que estrenara un chasis que no había podido probar o que sufriera dos caídas en los entrenamientos del viernes. Marc Márquez, como el Cid Campeador, sigue ganando batallas cuando todos le dan por muerto. Incluso daba igual que hubiera logrado la clasificación directa para la Q2 siguiendo la rueda de Bagnaia y que muchos lo interpretaran como un signo de debilidad. Ayer dio una nueva exhibición y demostró su grandeza en una tanda clasificatoria hacia la pole que tan solo la veloz Ducati de Pecco pudo arrebatarle en el último giro por 58 milésimas.
«Lo dije, iba rápido pero no sentía la moto. Con la misma moto, exactamente igual, parecía otra y era yo», explicaba el ilerdense, que reconocía que «quieras o no, tantos días en casa se nota y poco a poco he ido cogiendo la confianza». Llegó al parque cerrado sin el casco y luciendo de nuevo esa característica sonrisa que había perdido en los últimos tiempos. «Estoy muy contento, sorprendido por estar aquí en primera línea. En carrera sufriré un poco más porque no somos tan rápidos. Honestamente, veo difícil el podio. Firmo quedar entre los siete u ocho primeros», avisó. «Soy de los más ambiciosos de la parrilla y siempre quiero más, pero tenemos que ser un poco realistas. Salimos sin ninguna expectativa, pero un poco sin renunciar a nada, así que veremos qué pasa», añadió el piloto de Honda.
Menos comedido se mostró Alberto Puig. «Marc va a pelear, claro que sí. Ha estado tiempo sin competir pero no olvidemos quién es», avisó el Team Manager de Repsol Honda.
Márquez saldrá hoy segundo en Le Mans, por detrás de Bagnaia y por delante de Luca Marini. Igual que en la carrera al esprint, en la que solo pudo ser quinto. «Me ha faltado ritmo, velocidad y tener suerte en la salida, pero estoy contento porque hemos acabado la carrera pilotando bien. Estaba a gusto con la moto y eso es importante», reconoció. Una carrera en la que protagonizó un vistoso duelo con Bagnaia, que le recriminó la «agresividad» en los adelantamientos. No se mordió la lengua el catalán: «Es el tema de moda y lo fácil es unirse, pero esto son carreras de motociclismo. Ha sido un adelantamiento lógico. Unos adelantan en la recta y otros tienen que hacerlo en las curvas», atacó, apuntando a la mayor potencia y rapidez de la Ducati del italiano. El susto de la clasificación lo dio Aleix Espargaró, que se cayó a 300 kms/h., aunque afortunadamente pudo retirarse por su propio pie y tomar parte en la minicarrera de la tarde.
Martín gana al esprint
La carrera al esprint la ganó Jorge Martín, que siendo quinto realizó una excelente salida para liderar enseguida. Brad Binder y Bagnaia completaron el cajón honorífico. El madrileño de Pramac se está mostrando como un experto en este tipo de carreras cortas (segundo en Portimao, tercero en Las Américas y cuarto en Jerez). De momento es quinto en el Mundial.